No estáis solos». Tsipras respiró de forma profunda, dejó la carta sobre su mesa, y cogió su teléfono. Al otro lado descolgaron y se escuchó una voz profunda «¿Si, Primer Ministro?». Era la voz de su Ministro de Economía, Yanis Varoufakis. El dirigente griego le dijo: «Podemos estar tranquilo, Yanis. Cádiz y su alcalde nos apoyan en el pulso a Europa». Era todo lo que necesitaban oír para seguir plantándole cara a la Merkel. «No sabes el peso que me quita de encima, Alexis. ¿Y cómo nos apoyaran?». Y ahí es donde el Kichi se guardaba un as en la manga. Si desde Podemos se había iniciado una campaña de recogida de donativos para cubrir la deuda griega, el Alcalde de Cádiz tenía una baza mejor. En la misiva se ofrecía a Tsipras para llevar a la comparsa de Bienvenido a Grecia para hacer varios bolos en el Partenón, cual chirigota 'Los Beatles de Cádiz' de Enrique Villegas, y así conseguir liquidar la deuda que atenaza a la cuna de la democracia. «Eso es un pelotazo en toda regla -le escribía el alcalde gaditano al dirigente griego- Te aseguro que si con esto no liquidas la deuda, es que los griegos no os merecéis estar dentro de la zona euro».
A Yanis no le hizo mucha gracia la propuesta, y le dijo; «¿Y no podemos traer mejor a Martínez Ares, que vuelve este años al concurso?». Y es que el ministro de Economía siempre había sido más de las comparsas de 'El Niño' desde que este sacara la de 'Calabazas'. «Yanis, déjalo ya -le dijo Tsipras- Tú sabes que yo soy más de Antonio Martín y su calle San Vicente, pero si este se nos ha ofrecido, menos es 'ná'».
Y aunque está conversación nunca ha existido, y ni mucho menos creo yo que los dos dirigentes griegos sepan dónde queda Cádiz, ni quienes son Martínez Ares, Antonio Martín o Jesús Bienvenido, o por donde cae la calle San Vicente, lo que sí es cierto es que la carta que da pie a esta ficción si existe.
En ella nuestro novel alcalde, en un gesto más de buena voluntad que de acierto político, se ha permitido la licencia de mandar un mensaje al Gobierno griego en nombre de todos los gaditanos, apoyándolos en su lucha contra los tiranos gobernante europeos que los atenazan con una deuda sofocante, eso sí, siempre según los griegos. Entre esos tiranos se encuentra la misma España a quien los helenos le deben más de diez mil millones de euros.
Hoy en día, esas deudas las sufren todas las administraciones públicas en España, hasta nuestro ayuntamiento. Es por eso, que nuestro alcalde ha creado una concejalía específica, la 'Concejalía de Deuda', para gestionar los «presuntos» impagos dejados por el anterior equipo de gobierno. Es a estos a los que el actual gobierno local responsabiliza de no haber pagado a los acreedores y de dejar un boquete en la economía municipal. Y no deja de ser curioso, como dice un buen amigo mío, que para nuestro alcalde la deuda de Grecia sea culpa de los acreedores y la del ayuntamiento culpa de los deudores.
Y es que para algunos Grecia es Cádiz con más ruinas y Cádiz es Grecia con la misma ruina.
Por cierto, desde el Ejecutivo heleno desmienten que la causa de la dimisión de Varoufakis sea el que no vaya la comparsa de Martínez Ares al Partenón.
