El apoyo del alcalde de Cádiz, José María González, de Podemos, al gobierno heleno ha devuelto a la capital a la primera línea informativa del país. Si la pasada semana los boletines nacionales reprodujeron la resistencia del regidor y tres concejales de su equipo al desahucio de la calle Benjumeda, ahora los medios se han hecho eco de la carta que ha enviado al presidente griego, Alexis Tsipras, mostrando el apoyo de la ciudad a sus reivindicaciones. El alcalde se equivoca en las formas y en el contenido. La situación que atraviesa Grecia nos afecta a todos y en especial a España, que ha prestado más de 18.000 millones de euros para su reactivación. La mejora económica de un Estado requiere de un esfuerzo conjunto, tanto de los estados miembros como del que necesita el rescate. España puede seguir en la senda de la recuperación gracias a las duras medidas que se han aplicado en los tres últimos años. Desde luego, no son las mejores ni tampoco ha sido agradable sufrir recortes, pero al final existe una recompensa. Nuestro país ha cumplido y puede pagar ahora lo prestado, aunque es cierto que no ha salido gratis. La postura del alcalde deja a Cádiz en una situación muy delicada ya que se posiciona a favor de un gobierno que ha tratado de esquivar su responsabilidad a la hora de aplicar reformas estructurales. El ahora presidente Tsipras prometió durante su campaña electoral cosas que, a todas luces, no podía cumplir. Grecia ha echado un órdago a Europa y todo apunta a que el pueblo griego votará mañana «sí» a su continuidad en la UE. El alcalde debería centrarse más en los problemas de Cádiz que en los externos. De momento, la gestión del nuevo regidor ha estado centrada en obstaculizar un desahucio legal, en eliminar la publicidad institucional de las pantallas informativas y en buscar un comedor de verano para niños sin recursos. La ciudad tiene más prioridades.