La anécdota política del fin de semana la ha dejado una declaración del alcalde de Cádiz. Éste afirma que no tendrá problemas en invitar a su antecesora en el cargo a la inauguración del segundo puente. Desde las filas populares no han perdido la oportunidad para recordarle a José María González 'Kichi' que las invitaciones correrán a cargo del Gobierno central, que para eso es la Administración responsable de los trabajos. También en este punto habría que matizarle a la gente del PP, que hubo momentos en los cuales el gaditano pudo pensar que esta importante infraestructura para la capital era una obra municipal. Por aquello que se repite una y otra vez por los canales oficiales: Con el Ayuntamiento de Cádiz, sí.
Más allá del rifirrafe pueril; lo cierto es que llegado el momento de cortar la cinta, a pocos o a casi nadie le hace ascos ese momento. El segundo puente es un proyecto que por momentos le tocó defender en solitario al anterior equipo de Gobierno municipal. No fueron pocas las críticas, justificadas, que se hicieron por el sobrecoste en su presupuesto inicial (una responsabilidad que debe ser compartida entre los dos partidos que han gobernado durante el tiempo de ejecución de los trabajos).
Pero hubo más, hubo quien se planteó si esta obra era necesaria por la capital o era un dispendio económico fruto de la fiebre por las obras faraónicas que ha sufrido este país.
Esperemos que la coherencia salga a flote alguna vez cuando los pronunciamientos políticos anteceden a los hechos. Y en esta ocasión, cuando toque abrir el segundo puente, no se apunten a la foto y a la autoimposición de medallas aquellos que renegaron alguna vez de él.