Como esas atronadoras bocinas, sirenas o campanas que indican en las calles infernales de las atracciones que la diversión se acabó, la Feria de San Antonio de Chiclana dijo este domingo adiós. Y lo dijo justo con el protagonismo en esa zona: en las atracciones infantiles.
No era para menos, la oferta especial invitaba a los padres a acercarse a Las Albinas para desquitar a los pequeños del capricho de montarse en el mayor espectáculo de luz, adrenalina y música que se prestara. No fue difícil encontrar durante la mañana a diversas familias que iban y venían de una atracción a otra en la última jornada de Feria, justo la dedicada a los niños con descuentos especiales en los populares 'cacharritos'.
Fue precisamente antes de que la lluvia hiciese acto de presencia justo en la sobremesa para deslucir las últimas horas de sol en el Real. Lo cierto, es que la llegada del agua truncó un día que prometía con llenar Las Albinas de multitud de familias chiclaneras con ganas de las últimas horas de fiesta en una jornada especial para los más pequeños.
Sin embargo, las precipitaciones, que en algún momento fue intensa, llevó a muchos a ir abandonando Las Albinas antes de tiempo. Otros, decidieron aguantar hasta la noche, al calor del interior de unas casetas que celebraban sus últimas actuaciones. Así se vivió dentro de la Caseta Municipal, donde volvió a dejarse ver la reina de la fiesta, la Chiclanera Mayor y su corte.
La desapacible tarde, entre nubarrones, claros y chubascos dispersos, dio lugar a la tarde-noche, mucho más tibia que la festiva noche del sábado. Precisamente, la Feria amaneció el domingo tras una madrugada de fiesta sin incidentes. De hecho, fue una de las más tranquilas que se recuerdan de los últimos años, sin problemas serios de seguridad.
Ya, durante la noche de ayer, los congregados en el recinto ferial esperaban a los fuegos artificiales al filo de las 12 de la noche con la incertidumbre de si la jornada pasada por agua daría una tregua para, por lo menos, despedir como se merece a San Antonio.