La presentación de la candidatura del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) a las elecciones sindicales en el astillero de San Fernando no es causal. La indignación y el descontento son perceptibles entre los trabajadores de Navantia a raíz de las últimas acciones. No se cumplen, de momento, las expectativas de carga de trabajo anunciadas por el Gobierno de la Nación y tampoco tiene fecha el plan para rejuvenecer a la plantilla y garantizar con ello el futuro del sector naval en la Bahía.
El SAT quiere captar la atención de esos trabajadores «engañados» y meter la cabeza en el comité de empresa de la factoría isleña, que ha visto como su antiguo presidente, José Antonio Oliva, ha abandonado CC OO para convertirse nen el nuevo responsable de Personal de Navantia en la Bahía. Si el sindicato del histórico líder del movimiento obrero del campo, Diego Cañamero, logra el respaldo en la planta de San Fernando rompería así con décadas de bipartidismo sindical orquestadas entre CC OO y UGT. Es la primera vez que este sindicato, vinculado al campo andaluz, se presenta a las elecciones sindicales en Navantia. En esta ocasión lo hace de la mano de Joaquín Ruiz Suárez, que pretende hacerse con representación entre los 21 miembros del nuevo comité de empresa que saldrá de las elecciones del próximo 25 de junio.
Los 5.000 trabajadores de las factorías y oficinas de Navantia en el conjunto del país están llamados a las urnas a final de mes para elegir a sus representantes. La presencia de la candidatura del SAT en la planta isleña quiere, entre otras cosas, recoger el sentir de esos trabajadores del sector naval descontentos con el resto de sindicatos. El SAT trata de imitar a Podemos en Navantia y sabe de antemano que hay partido por jugar con tanto indignado.