Una vez cerrado el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos para que Susana Díaz sea investida hoy como presidenta de la Junta de Andalucía, empieza a clarificarse el futuro de los ayuntamientos de las distintas ciudades en las que el PSOE es llave de gobierno. Entre ellas, la de Cádiz capital, donde ayer ya se desbloquearon las negociaciones y los socialistas iniciaron la ronda de reuniones protocolarias con el resto de partidos.
La primera fue con el Partido Popular. Teófila Martínez y Fran González pudieron al fin sentarse a la misma mesa, aunque como estaba previsto, no alcanzaron ningún acuerdo. El portavoz socialista acudía a la cita con la predisposición de rechazar las propuestas de la que ha sido su rival durante la última legislatura y así lo hizo.
Hoy, por contra, se reúne con José María González 'Kichi', encuentro al que acude con la clara idea de cerrar un acuerdo de investidura, que no de gobierno. La única barrera que ha separado a ambas formaciones en las últimas semanas ha sido las duras formas y el discurso radical del cabeza de lista de Por Cádiz sí se puede. Sin embargo, consciente de que necesita al PSOE para gobernar, Kichi ha suavizado notablemente su discurso. De hecho, ayer ni tan siquiera acudió a la asamblea celebrada en el edificio de los Sindicatos, que se desarrolló dentro de la más absoluta corrección, al contrario de lo que ocurriera hace dos semanas. Así las cosas, lo normal es que hoy PSOE y Podemos alcancen un acuerdo para que Kichi sea alcalde de Cádiz a partir del próximo sábado. Distinto es que lo hagan público, ya que hoy se celebra la ceremonia de investidura de Susana Díaz en Sevilla, por lo que probablemente esperarán a mañana viernes.
La única esperanza que le queda, pues, al Partido Popular, es que la presidenta de la Junta se oponga al deseo del PSOE gaditano. Sabe que si Kichi es alcalde todos sus aciertos le restarán apoyos de los votantes de izquierda de la ciudad. Y sus errores también le restarán por haber sido ella quien permitiera que gobernara. En esa encrucijada sigue Díaz, aunque el tiempo se le acaba para tomar un decisión. Mientras lo hace, los populares de Cádiz ya se preparan para estar en la oposición. Y advierten: «Luego no valdrán los arrepentimientos».