Lo que la lógica y la voluntad dicen, se puede ir al traste por las formas. Desde el momento en que acabó el recuento de votos de las elecciones municipales del pasado domingo, el PSOE de Cádiz tenía claro que daría su apoyo a José María González, 'Kichi', para su investidura como nuevo alcalde de Cádiz sustituyendo a Teófila Martínez. Era -es- la mejor opción para ellos desde un punto de vista político, pues tienen en bandeja la oportunidad de acabar con 20 años de dominio 'popular'. No solo todos están de acuerdo en el PSOE local, sino que también hay consenso con el provincial e incluso con el partido a nivel nacional. Quizá quien más reticencias iniciales pudiera tener es Susana Díaz, al contemplar la posibilidad de incluir la Alcaldía de Cádiz en una posible negociación a más bandas con otras capitales y, obviamente, su nombramiento como presidenta de la Junta de Andalucía con el apoyo de Podemos. Sin embargo, la decisión de apoyar a Kichi -que era más que firme- ayer empezó a tambalearse. Quizá levemente, pero habrá que estar atentos a las próximas horas, ya que en el PSOE el malestar con las imposiciones del líder de Por Cádiz sí se puede son evidentes. No están en absoluto de acuerdo con tener que negociar 'a puerta abierta' y menos aún les gustan las formas utilizadas. De hecho, ayer Fran González afirmaba que «el tiempo de las imposiciones ha pasado. No toleraremos el sectarismo ni la falta de diálogo por parte de ninguna fuerza política».
Y eso es exactamente lo que ha hecho Kichi, quien a pesar de no ser la lista más votada, ha dejado fuera de las negociaciones a PP y Ciudadanos y pretende imponer mil y una condiciones al PSOE.
El problema es que además Kichi obtuvo ayer un absoluto respaldo a su forma de llevar las riendas de la situación por parte de la asamblea celebrada en el edificio de los Sindicatos. Allí fue aclamado y felicitado por la posición de fuerza que está ejerciendo, por lo que en los próximos días la situación puede enrocarse aún más.
A día de hoy, el PSOE aún tiene claro que su primera opción es apoyar a Kichi, pero hay malestar. Y va 'in crescendo'.