Entre volantes, rebujitos, caballos y farolillos llegará el 13 de junio, el día marcado en rojo en el calendario del Ayuntamiento de Chiclana, porque será esa la jornada en la que se celebrará el Pleno de investidura del socialista José María Román como alcalde. El pasado domingo de elecciones, Román ya prometía tomar «algo» en la feria para festejarlo. Lo que es una incógnita es con quién alzará la copa, porque desde ayer, día de resaca electoral, se abre el plazo de tanteos y posibles pactos.
Lo cierto es que con sus 11 concejales, los socialistas no lo tendrán muy complicado. El propio futuro alcalde reconocía que el pleno está lleno de «fuerzas de izquierdas». Quizás por eso, no descarta ninguna opción, incluso la de gobernar con mayoría simple y pactar para lo necesario. De entrada, la formación mejor posicionada para un pacto es Izquierda Unida con sus tres concejales. Además, la formación verde y su candidata Ana Rodríguez mantiene afinidad con el PSOE. No es de extrañar, las horas de plenos en la oposición les obligaron a arrimar el hombro y trabajar codo con codo en más de una ocasión.
Sin embargo, este pacto tampoco las tiene todas consigo si desde IU no están por la labor de pactar. Con el acuerdo de ambas formaciones, Román ya conseguiría más de 13 concejales para gobernar en mayoría absoluta. Pero, lo cierto, es que también los conseguiría si pacta con la marca blanca de Podemos, Por Chiclana sí se puede, con dos concejales. Fuera de las cábalas se queda el PP tras una caída que les deja con ocho concejales pero de ideología contraria y Ganemos, con uno.
En cualquier caso, Román insistía ayer en que no descartaba ninguna opción. Por lo que tras las reuniones, serán los socialistas los que decidirán si quieren sentar a alguien a su mesa o no. Lo que sí tienen claro los socialistas chiclaneros es que atrás quedó la oposición y las crisis internas. El partido de la rosa saca músculo con el mejor resultado obtenido en una ciudad gaditana de más de 50.000 habitantes. Todo ello, cuando se quedaron a dos concejales de la mayoría absoluta. Con ellos, además de con las nuevas formaciones, entrará sabia nueva al Salón de Plenos, con perfiles jóvenes y técnicos que deberán solventar la multitud de problemas que tiene la localidad.
Román dice que el primero es el desempleo. Pero también lo es esclarecer la situación de las arcas municipales, un PGOU encasquillado desde hace años o la conexión de los servicios básicos (promete negociaciones y «peleas» con la Junta). Ahora, la oposición a su política en estos campos será Ernesto Marín, aunque ya el mismo domingo dejó entrever su intención de no aguantar mucho banquillo y dejar paso «a la gente joven». Quienes ya no están ni se les espera es el PVRE, el pintoresco partido de los vecinos y las casas irregulares no obtuvo ni un concejal y ayer mismo anunciaron que se disolvían para siempre como partido.