El arquitecto director del Castillo de San Romualdo, José Carlos Sánchez Romero, ha hablado sobre la polémica que ha surgido en cuanto al posible riesgo que supone abrir el equipamiento al público. El profesional exige, en declaraciones a LA VOZ, que no se le utilice «en sentido político alguno por reflejar en un documento formal aquello que es propio de mi trabajo u obligado por mi relación contractual».
«Jamás he deslizado, filtrado o entregado públicamente documento alguno vinculado a mi trabajo pues considero que honesto y profesional es tramitarlo por la forma, medio o conducto que le es propio, hecho que hasta ahora he respetado escrupulosamente», señala.
Se refiere a un informe que ha dado conocer el Partido Socialista y en el que el arquitecto exponía la «temeridad» de abrir las instalaciones al público en las condiciones en las que se encuentra actualmente. El documento «se ha entregado exclusivamente a través del registro municipal. Aún espero respuesta formal. Estos informes han de entenderse siempre en su integridad sin interpretaciones fragmentarias».
De esta manera finaliza asegurando que no desea prestarse «a que se me utilice por interés de signo partidista alguno, ni permitiré que se siembren dudas sobre mi comportamiento personal y profesional. Siento admiración por la gran política y temor por el menudeo que la bordea, como siento admiración por la valía, y desasosiego ante la altanería que produce adocenamiento».