La luz roja se encendió en la factoría de Dragados Offshore hace un año cuando empezó a languidecer su carga de trabajo. Sin embargo, la alarma y la preocupación saltaron el pasado mes de septiembre al comprobar cómo se apagaba la actividad tras la culminación de los dos últimos encargos que la han mantenido con vida desde 2013. La planta de Puerto Real necesitaba con urgencia nuevos contratos para evitar el temible parón productivo, pero los contratos no han llegado y la dirección de la empresa se ha visto obligada a desviar carga de trabajo de su factoría mexicana a la gaditana.
No es la primera vez que Dragados Offshore toma este tipo de medidas para paliar una situación laboral complicada. En 2013 trasladó a la Bahía de Cádiz varias secciones de la plataforma 'Litoral A1', que construía entonces en su planta de México para la petrolera Pemex. Esta decisión permitió cubrir los cuatro meses de inactividad que se abrían desde la terminación en abril de su última obra -los jakets 'Judy' y Jasmine' para Conoco Philips- hasta la llegada del nuevo encargo firmado con Statoil para construir la plataforma 'Mariner'. Este desvío de carga de trabajo hizo de puente y evitó despidos.
La dirección de Dragados repite ahora la misma fórmula, pero con un agravante que a nadie se le escapa, es decir, mientras que en 2013 había firmado un nuevo contrato, el de Statoil, en esta ocasión no hay ningún encargo a la vista que garantice el futuro de la plantilla. Pese a todo, la empresa y los trabajadores confían en que se firme algún acuerdo antes de final de año.
La factoría de Puerto Real lleva desde 2009 encadenando contratos de manera continuada y ha sobrevivido desde 2013 hasta ahora gracias a dos grandes encargos, que ha logrado terminar en un tiempo récord. El primero de ellos ha sido la construcción de una plataforma de gas para Total Austral. Se trata del proyecto Vega Pléyade. La compañía Total Austral y sus socios Wintershall Energía y Pan Americam Energy decidieron poner en marcha en la Patagonia Argentina la explotación del yacimiento de gas Vega Pléyade, de ahí el nombre de la estructura. La obra de Dragados culminó con éxito el pasado marzo y se embarcó la plataforma hacia Argentina.
El segundo encargo que desarrolla Dragados y que ya ha concluido es la construcción de una gigantesca plataforma petrolífera de 21.000 toneladas para la noruega Statoil. Esta estructura se divisa desde distintos puntos de la Bahía. Se trata del proyecto 'Mariner' y está diseñado para la extracción de crudo en el Mar del Norte. La compañía española realiza en estos momentos en el muelle de La Cabezuela las pruebas de embarque para trasladar esta mole hasta su nuevo destino. Según ha podido saber este periódico, el trabajo de anclaje culminará a mediados del próximo junio. A partir de entonces la factoría se quedará sin carga de trabajo.
El plan alternativo para cubrir este vacío de actividad ha venido, una vez más, de los encargos que se desarrollan en la planta mexicana de Dragados Offshore. Distintas fuentes han confirmado que a finales de junio llegará a la Bahía de Cádiz el material necesario para construir varias secciones de la plataforma 'Litoral A2' que se desarrolla en el puerto mexicano de Tampico, en el estado de Tamaulipas, para la petrolera Pemex. Se trata de una plataforma-hotel con capacidad para 220 camas. Este contrato se lo adjudicó a Dragados Offshore en septiembre de 2014. Se trata de una de las estructuras flotantes que se utilizan para albergar en alta mar a los operarios que trabajan en el montaje de las grandes plataformas marinas. Concretamente esta estructura pesa 9.550 toneladas y será ubicada en el Campo Litoral Tabasco, en el Golfo de México.