Tengo la gran fortuna de haberme incorporado hace unas semanas como coralista en La Coral de la Universidad de Cádiz. El motivo, mi gran pasión por la música en mayúsculas y las ganas de cantar ese impresionante Réquiem de Mozart este viernes día 22 en el Gran Teatro Falla. Después de un mes de ensayos y comprobar el funcionamiento interior de dicha coral, no tengo más remedio que felicitar a todos por el buen trabajo y por esa labor tan altruista a favor de la música clásica a pesar del poco apoyo institucional por parte de las administraciones de esta ciudad. Cuando veo que en el carnaval hay agrupaciones que en este año van a recibir entre derechos de televisión, imagen y contratos del consistorio más de veinte mil euros de asignación se me revuelve el estómago. Tal vez sea el menos indicado para denunciar esto porque formo parte de ese bando al que nuestro ayuntamiento mima con esmero. Pero Cádiz es algo más que semana santa y carnaval. La cultura en Cádiz la hacen también otros gaditanos. Es increíble que una coral de esa categoría no tenga una subvención de acorde con su nivel. Una subvención y apoyo adecuado como necesitaría para su evolución y mantenimiento diario. En el carnaval hay cuartetos que van a llevarse con todo merecimiento, no lo dudo, más de quince mil euros. Es de justicia que al menos el trato sea igual para esta gran coral o grupos gaditanos de música, danza y teatro que hacen que la cultura de nuestra ciudad sobreviva. El viernes en el Falla, la coral universitaria hará un concierto acompañado por la magnífica orquesta Álvarez Beigbeder formada por músicos jóvenes pero de mucho oficio, una gran pianista Patricia Vázquez y los solistas Francisco Escala, Ana Troncoso, Juan Guerrero y Carmen Patiño. Fíjense en el gran número de actuantes que tendremos ese día sobre las tablas del teatro, mas de cien personas. La recaudación de la taquilla se invierte para pagar a músicos y solistas, que al contrario de lo que pudiera parecer, el pago a cada intérprete e instrumentista es irrisorio, hasta vergonzoso si lo comparamos con lo que puede ganar uno de los octavillas de una comparsa puntera. Sin desmerecer ningún tipo de música y sin quitarle valor a cada una de ellas, creo que al menos se merece el mismo trato una que otra. La cultura tiene que ser tratada por igual en todos sus ámbitos no por el ruido ni de la crítica que le haga a la alcaldesa.
Es de vergüenza que el nombre del director Juan Manuel Pérez Madueño solo suene en ese círculo reducido siendo un excelente conductor de coros y de orquestas con más conocimiento musical y de interpretación que todos los autores, directores y cantantes juntos que hacemos carnaval. Paco Briceño, Ignacio, Juan José, Pepe, Modesto, Manolo, Milagros, María del Mar, Carmen, Joaquín Repeto, Alejandro, Juan Antonio, Yolanda, Manzano, Mario, Lucía, Charito y su sonrisa son coralistas que por amor al arte se entregan por nuestra cultura y la música sin levantar la voz.
¿Televisar el Réquiem de Mozart en directo interpretado por gaditanos y dirigido por un gaditano? ¿Desde el Falla?, ¿pagando un satélite y pagando derechos de emisión? ¡Vaya locura! La preselección y los cuartos son mucho mejor y mucho más baratos, son solo diecinueve días en directo con un despliegue de cámaras y personal que ya quisiera el concierto de año nuevo.