Vivirá las municipales en la lejanía pero las seguirá bien de cerca. No es para menos, el doctor y profesor en Marketing Político y Comunicación en la Universidad de Cádiz, Pablo Muñoz Viquillón, valora la realidad de la política municipal.
- ¿Cómo lleva este año político intenso en la lejanía?
-Bueno se acercan momentos y pruebas de fuego para todos los partidos políticos españoles, con un hándicap, ya que según las últimas publicaciones del CIS los españoles no confían en la política española, sobre todo en momentos económicos difíciles.
- ¿En qué proyecto se encuentra inmerso en la actualidad en Ecuador?
-Actualmente trabajo en el Proyecto de Investigación Prometeo de la Secretaría Nacional de Educación Superior Ciencia y Tecnología del Gobierno de Ecuador, donde se me ha asignado la tarea de investigador asesor en el Ministerio de Industria y Productividad. Asesoro en proyectos empresariales de comercialización e inversiones, con influencia en el cambio de la matriz productiva de Ecuador. Adicionalmente tengo encargados temas de imagen y comunicación institucional del ministerio. Estas son becas de selección curricular, a las que se presentan entre 5 y 10 mil candidatos al año y son seleccionados unos 300 por año. Ahora mismo, somos unos 800 prometeos en todo el país en diferentes ramas del saber.
- En las campañas hay errores y aciertos, ¿qué casos recuerda en uno y otro sentido?
-Las campañas fracasadas lo son porque tienen a un mal candidato; un partido desgastado, dividido o desorganizado; una estrategia política errónea o una agenda política que no responde a los intereses de los ciudadanos, sin contar de aquellas campañas llenas de errores. Con ello, puede asegurarse efectivamente el fracaso, o una obtención baja de votos, que sin ser una derrota es una baja victoria. Algunas crisis en las campañas de algunos partidos, influyen no sólo en ellos, sino en otros.
- En los últimos tiempos parece dar la impresión que ahora la máxima del mensaje político es difuminar las ideologías clásicas de izquierdas o derechas, ¿no cree?
-La función del mensaje político, es tan controvertido y extenso que tiene de hecho su parte vulnerable y oscura, tanto como emisor e intención tenga. Hablamos en tales casos de mensajes manipuladores de masas e incluso mensajes subliminares para dominar o controlar políticamente a los ciudadanos y electores.
Una vez leí a un autor, no recuerdo bien su nombre, que decía que la mejor manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras, si puedes controlar el significado de las palabras estoy seguro que puedes controlar a la gente que utiliza esas palabras. Tenemos ejemplos muy claros tanto en la vida política comercial o personal, que utilizan está técnica.
- Desde el punto de vista de la comunicación política, ¿cómo se explican líderes eternos y de prestigio como Teófila Martínez?
-El carisma es fundamental en la comunicación política, así como la locuacidad en el discurso, independientemente del color político. Si ello funciona, y su gestión también, tendrán el apoyo de simpatizantes y detractores. Un amigo me dijo una vez, y lo tomó de alguna experiencia personal,: vota a aquel que prometa menos, estoy seguro que será el que menos te decepcione.
- ¿Un buen líder se puede fabricar o viene de cuna?
-Hay líderes que nacen con capacidad innata y otros se van formado. Aprovecho para parafrasear una frase de Nelson Mandela, un líder innato y de formación: «Los verdaderos líderes son los que deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo».