Entre la resignación, la indignación y el enfado parecen andar los empresarios afectados por las obras del tranvía en la ciudad. O al menos así lo asegura el Ayuntamiento después de que el alcalde, Ernesto Marín, y los empresarios afectados por las obras en su tramo de la Alameda Solano decidieran en la jornada del pasado lunes crear una comisión de trabajo, «con el objeto de mantener de manera urgente una reunión con la Junta para exigirle que solucione definitivamente los problemas que están afectando a sus negocios y que el gobierno andaluz se comprometió a subsanar en octubre pasado».
Sin embargo, en la Junta no lo tienen tan claro y ayer mismo respondieron al Consistorio pidiéndole «colaboración y lealtad con las obras».
Esta decisión se adoptó tras una reunión que mantuvo Marín con «la práctica totalidad de los comerciantes de la zona» y en la que también estuvo presente el delegado de Tráfico y Movilidad, Agustín Díaz. El regidor entiende que «es necesario redoblar esfuerzos para que la Junta de Andalucía responda de una vez por todas a las legítimas reclamaciones de estos pequeños y medianos empresarios».
Como primera medida y ante la urgencia que han mostrado los comerciantes al respecto, el alcalde anunció que, «ante la inacción de la Junta, el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Movilidad, se hará cargo de la elaboración y colocación de señales de tráfico que indiquen a la perfección a sus clientes la forma de llegar hasta estos comercios».
Un trabajo que se inició ayer con la recogida de información. Además, entre las reclamaciones que estos empresarios pusieron encima de la mesa se encuentran «los problemas de acceso a sus comercios, los continuos cambios en la circulación, la colocación de postes en las puertas de sus negocios, escasa capacidad de maniobras de los camiones que le suministran mercancía, falta de señalización y, sobre todo, falta de planificación de las obras», según explicó el Ayuntamiento en una nota de prensa.
Para concretar cada una de estas anomalías, Agustín Díaz mantuvo ayer con cada uno de estos comerciantes como paso previo al encuentro que el alcalde solicitará en breve a la Junta de Andalucía. Ernesto Marín se mostró indignado porque «la Junta se ha burlado y reído de las inquietudes de estos chiclaneros».
El encuentro mantenido el lunes también sirvió para reclamar una vez más que la Junta no inicie el tramo de obras de la calle Mendizábal hasta que no esté totalmente finalizado el correspondiente de Alameda Solano, la dificultad que entraña estos trabajos y la incertidumbre sobre su resultado.
Sin embargo, no lo ve así el propio delegado de Fomento y Vivienda de la Junta en Cádiz, Manuel González Piñero, que pidió ayer mismo a Marín, «colaboración y lealtad», instándole a no utilizar una infraestructura «de esta envergadura» para tratar de «tapar sus problemas» en periodo electoral.
El delegado territorial aclaró que lo primero que hizo al acceder al cargo hace un mes fue acudir al Ayuntamiento para mantener una reunión con el alcalde en relación al tranvía que está «al 90% de ejecución» y que «lo que hay que hacer es ayudarlo a que termine en sus plazos». Entre otras cuestiones, le «garantizó» a que no se acometerían los trabajos en Mendizábal hasta que se hubieran finalizado en la Alameda Solano, indicando en este sentido que la finalización de la obra civil en ese entorno está prevista para «el 18 de marzo», antes del plazo comprometido.