El presunto parricida de Ubrique, Juan Márquez, volvió ayer a la localidad para declarar en los juzgados de la localidad por el doble asesinato de Laura y Juan Pablo, sus hijos de 20 y 16 años. Si en un principio el acusado había llegado a reconocer los hechos aunque destacó que no tenía la intención de matarlos, ayer cambió diametralmente de versión, según apuntan fuentes cercanas a la acusación participar. Márquez solicitó volver a declarar y en su nueva versión optó por inculpar a sus propios hijos de los asesinatos.
El padre aseguró ayer en el juzgado, tras llegar de El Puerto II, que en la madrugada del pasado 7 de octubre se produjo una discusión en el domicilio familiar entre sus hijos y que ambos se acuchillaron mutuamente. En concreto, aseguró que sus hijos discutieron porque el loro que tenían en la casa había desaparecido y encontró a los hermanos peleándose, llegando a apuñalarse.
El hombre, que en un principio se auto inculpó, fue detenido horas después de lo sucedido tras intentar escapar. Fuentes cercanas a la investigación destacan que en el momento de ser arrestado su camisa estaba llena de sangre de ambos jóvenes y que el cuchillo con el que supuestamente se asestaron las puñaladas sólo tenía huellas del padre, razón por la que la acusación particular entiende que no se sostiene esta nueva versión. Además, el presunto parricida llegó ayer incluso a asegurar que se había declarado culpable por la presión de la Guardia Civil.
Juan Márquez llegó ayer a declarar a las 10.30 horas a los juzgados de Ubrique y, a su llegada, se corrió la voz en la localidad de sus presencia por lo que decenas de vecinos quisieron acompañarle para recordarle que el municipio condena con rotundidad lo sucedido. Los ubriqueños se movilizaron de esta forma para volver a gritarle «asesino» y mantener que «no vamos a olvidarnos de lo sucedido».