La Armada ha reforzado las medidas para evitar el tráfico de drogas en sus buques. La localización de 127 kilos de cocaína el pasado julio en el interior del buque escuela 'Juan Sebastián de Elcano' tras su crucero de instrucción encendió todas las alarmas en el Ministerio de Defensa, que dio orden de que el protocolo de actuación para prevenir estos casos se aplicara a rajatabla y de forma permanente.
Así, LA VOZ ha podido confirmar que la entrada en vigor de estas instrucciones ha significado la puesta en marcha de inspecciones sorpresa por parte de la Seguridad Naval en las embarcaciones, justo antes de la salida de los muelles. Estos registros son una práctica regulada que se llevaba a cabo de forma esporádica. Sin embargo, los últimos acontecimientos la han convertido en permanente. Se utilizan perros y se cachean bultos.
El alijo localizado en 'Elcano' tras atracar en el arsenal militar de Marín (Pontevedra) puso en evidencia los mecanismos de control. La detención en Nueva York de dos personas que habían comprado droga a marineros del buque escuela destapó un caso de narcotráfico que, de momento, se ha saldado con cinco detenidos de la tripulación. La investigación señala que la droga se compró y embarcó en la escala que hizo el buque en Cartagena de Indias (Colombia) y el objetivo era soltar una parte en Estados Unidos y el resto en Europa.
Fue la policía norteamericana la que puso en alerta a la española emitiendo una orden de detención. Los tres marineros arrestados en una primera fase de la investigación formaban parte de la tripulación. Los detenidos fueron captados por narcotraficantes colombianos durante la escala de varios días que el buque hizo en Cartagena de Indias para que transportaran droga entre esa ciudad colombiana y Nueva York a cambio de una cantidad económica por kilo transportado. La droga (entre cinco y diez kilos por persona) iba fraccionada y disimulada en la ropa de los marineros, que la introducían de este modo en el buque de la Armada, escondida entre sus efectos personales.
La Guardia Civil detuvo el pasado octubre a otras dos personas, también miembros de la tripulación, relacionadas con el caso.
El buque escuela partió el pasado 10 de enero del muelle de Cádiz en un nuevo crucero de instrucción con 23 oficiales a bordo, además de 22 suboficiales y 139 militares de la escala de Marinería y Tropa. La Armada ha sido en esta ocasión especialmente cuidadosa con la ruta del crucero evitando así zonas conflictivas como Colombia y orientando el viaje hacia Chile, Perú, Méjico y Uruguay, entre otros destinos. El buque escuela regresará a la base de Marín el próximo 13 de julio, donde celebrará la festividad de la Virgen del Carmen. A continuación emprenderá viaje de vuelta al arsenal de La Carraca, en San Fernando.
Travesía atlántica
Tras partir de Cádiz, 'Elcano' tocó el 11 de enero el puerto de Ceuta, donde permaneció hasta el día 13, que siguió su ruta hasta las Palmas de Gran Canaria. En estos momentos, la embarcación se encuentra cruzando el Atlántico y será el próximo 19 de febrero cuando atraque en el puerto de Río de Janeiro (Brasil). Precisamente, una de las instrucciones que se ha dado a la Seguridad Naval es la aplicación de un control aún más exhaustivo en los puertos considerados calientes por el tráfico de drogas. Este es el caso de Ceuta y Melilla. La presencia del buque escuela en Ceuta ha llevado una profunda inspección.
Las órdenes de la Armada son que a partir de ahora, cada buque que viaje al extranjero deberá pasar previamente un registro a fondo para comprobar que no hay ningún tipo de sustancias u objeto prohibido a bordo. Estas revisiones se realizarán también a la vuelta del buque a su base en territorio español.
Las actuaciones no se centran exclusivamente en el buque escuela, sino también en el resto de la flota, así como en acuartelamientos. Otro de los puntos en los que la vigilancia se ha hecho más evidente es en la entrada de material y suministros de cocina. El acceso de víveres tiene un control especial.
