La propuesta está ahora mismo encima de la mesa de los detallistas tanto del Mercado Central como del Mercado de San Antonio de San Fernado. Lo que el Ayuntamiento pretende es su dinamización y modernización.
En definitiva, dotar de vida a estos espacios comerciales de índole tradicional. Una tarea que el equipo de Gobierno ha encomendado a una serie de técnicos y profesionales contratados a raíz del 'Plan de Emple@joven'.
Es por ello que ha elaborado un plan con distintas estrategias e iniciativas, que precisan de la implicación tanto de los comerciantes como de diferentes instituciones, para revitalizar estos equipamientos de forma que apuesten por un «proceso evolutivo que ayude a avanzar a nuevos conceptos, sin que se pierdan sus señas de identidad, como son su proximidad a los consumidores, su garantía de calidad y su trato personalizado».
El documento se divide en diferentes partes y una de las más incisivas, sobre todo en el caso del Mercado Central, es la de su reestructuración. En este sentido una de las primeras cuestiones que se abordan es la de la entrada, con la peculiaridad de que la principal ha perdido su protagonismo, que por otro lado han ganado los accesos secundarios.
Es por ello que se propone la creación de un gran rótulo con el nombre y logotipo del Mercado Central para dar mayor presencia, así como una mejora visual de sus vestíbulos de cara al público.
Otra de las cuestiones es la de la iluminación con una mayor incorporación de focos en los pasillos del equipamiento y luces LED en los puestos. Todo ello ante la necesidad de reformar todo el espacio para integrar la zona de pescado junto a la carne y la fruta. De esta manera se puede aprovechar el lugar que queda para puestos de otra índole comercial o según la estacionalidad, vistiendo mucho más la nave central del principal mercado de la ciudad, que actualmente está un poco desangelada ante la cantidad de puestos vacíos que se pueden ver.
Apuesta por el marketing
Además de cambios en la fisonomía el documento también recoge modificaciones en la mentalidad o concepto del mercado tradicional. De hecho existe la propuesta de que se impartan cursos para los detallistas con la finalidad de que acepten las nuevas tendencias de ventas.
De esta forma, una de las primeras cuestiones que se abordan es la necesidad de que los mercados, tanto el Central como el de San Antonio, cuenten con una flexibilidad horaria que permita abrir también los puestos en horario de tarde.
Además propone un cambio estético para dar un mayor impacto visual e identificación de los diferentes gremios y es que cada uno cuente con una indumentaria determinada.
Todo ello con la necesidad de que los puestos señalicen de forma clara todos los precios en cada uno de sus productos, con rótulos superiores de colores vivos que den no solo mejor visibilidad, sino una impresión de modernidad.
También expone la utilización de la megafonía para difundir las promociones teniendo en cuenta la afluencia de público, para de esta manera atraer a los consumidores. Para facilitar aún más el proceso de venta se recomienda la incorporación de aparatos destinados a guardar un orden según su turno y también de datáfonos, para la venta con tarjeta, y de generalizar la posibilidad del servicio a domicilio.
Promociones
Este plan de dinamización de los mercados añade una serie de iniciativas para incentivar al cliente para que regrese. Es el caso de la puesta en marcha de tarjetas de fidelidad, que una vez se cumplimente según compras se obtenga un regalo o promoción; las conocidas como 'compras-regalos', en las que se obtiene un obsequio por la compra de un producto; así como acciones concretas, como es el caso de sorteos o de la obtención de boletos bajo el sistema del 'rasca' con premios o descuentos.
Todo ello se complementa con otro tipo de acciones como ofertas para diferentes días de la semana. En este caso se propone que en el Mercado Central los lunes haya descuentos en la carne, los jueves en el pescado y los viernes en la fruta. En el caso del Mercado San Antonio serían los martes en el pescado, los jueves en la fruta y los viernes en la carne.
Por último, acciones según el periodo como por ejemplo llevar a cabo rebajas en enero, aprovechar el Carnaval con el hilo musical, promociones, disfraces. Hacer lo mismo con el Día de Andalucía o la Semana Santa, con actividades concretas y degustaciones de productos típicos así como actuaciones para atraer a un mayor número de personas.