El mercado inmobiliario ha vivido una leve mejoría a lo largo de este último año que al sector le ha sabido a gloria dada la situación de la que partía. Por primera vez desde 2009 la compraventa de vivienda en Cádiz ha sufrido un crecimiento que alcanzó el 4,8% hasta el pasado noviembre, según el dato que ha dado hoy a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En esos once meses el número de operaciones alcanzó las 7.036 -unas 340 más que durante el mismo periodo del año anterior-.
El motivo se debe casi en exclusiva a la compraventa de pisos de segunda mano en vista del parón que ha sufrido la obra nueva y que ahora empieza a reactivarse. La bajada de precios en este tiempo y, sobre todo, la mejora de las condiciones de crédito han permitido darle la vuelta a una tendencia que parecía estancada. Las operaciones crecieron más durante la recta final del año en el que se lograron superar las cifras de 2013.
La mayor parte de las viviendas transmitidas por compraventa durante el penúltimo mes del año pasado, en concreto el 90%, fueron viviendas libres. Por el contrario, las operaciones sobre viviendas protegidas se quedaron muy por debajo y también fueron en su mayoría de segunda mano, ante el parón de la obra nueva que ha afectado también a este segmento.
La provincia ha ido en consonancia con el resto de España en esta mejoría que, en vista de los resultados, se extiende a todo el año a falta del dato de diciembre. La venta de propiedades a extranjeros también ha contribuido, aunque el impacto en Cádiz es mucho menor que en otras zonas como la Costa del Sol o Granada.
De cara al futuro, «cabe esperar que diciembre presente una cifra muy similar, pero no hay que perder de vista que la bajada mensual (octubre-noviembre 2014) es la mayor de los últimos cinco años», comenta Manuel Gandarias, director del gabinete de estudios del portal inmobiliario pisos.com. Según explica, «siguiendo la estadística, vamos que tres de cada cuatro viviendas vendidas son usadas frente a una de obra nueva. Esto podría deberse al impacto de la reforma fiscal en la venta de viviendas anteriores a 1994 y porque la oferta es mucho mayor, así como el margen de negociación del precio», aclara.