La Policía Local de Cádiz atendió durante la madrugada de Fin de Año varias incidencias en la capital gaditana, entre las que destacaron un par de denuncias por ruidos en la avenida San Severiano y en la calle Adelfa, respectivamente, otra por lanzamiento de petardos en un garaje privado, el desalojo de la zona de Muñoz Arenillas, controles de aforos en locales y controles de alcoholemia.
Las principales zonas de concentración en la capital gaditana fueron Muñoz Arenillas, donde se estimó la presencia aproximada de unas 5.000 personas, y la Punta de San Felipe, donde los agentes contabilizaron una asistencia de personas en torno a las 1.500, sin incidencias a destacar, sólo dos intervenciones del personal sanitario con jóvenes en estado de embriaguez.
Con respecto a los controles del alcoholemia, a las 7.30 horas, una dotación local detuvo a un ciclomotor en el que iban tres personas y que conducían «tocando el claxon constantemente». Los agentes notaron que su conductor presentaba presuntos síntomas de conducir bajo los efectos del alcohol y, al realizarle la prueba, comprobaron que «daba positivo», por lo que se le instruyeron las oportunas diligencias «por un presunto delito contra la seguridad vial».
Poco después, la Policía Local daba el alto a un vehículo que circulaba «de forma temeraria» desde la Plaza de España hasta el Campo del Sur, donde fue finalmente interceptado. Según la Policía, en algunos tramos circulaba en dirección prohibida y «sin respetar preferencias de paso». Una vez realizada la prueba de alcoholemia, comprobaron que el conductor daba positivo y que, además, carecía de permiso de conducir, por lo que también se instruyeron las oportunas diligencias «por un presunto delito contra la seguridad vial».
En lo referente a otros municipios de la Bahía, el centro de la ciudad, principalmente la plaza del Rey y su entorno, fueron los lugares elegidos por los isleños para celebrar la Nochevieja. En cuanto a las incidencias, no hubo ningún suceso grave más allá de los habituales conatos de reyertas.
El Puerto dio la bienvenida al nuevo año sin incidentes de consideración. El único suceso reseñable fue la actuación de los sanitarios para atender a una persona que sufrió un ataque epiléptico en la barriada de la Música. El frío fue el gran protagonista en la noche, lo que no impidió que cientos de portuenses despidieran el 2014 en las principales calles del centro. La calle Luna y Misericordia fueron el epicentro de la fiesta nocturna que duró hasta primeras horas de la mañana.
En Chiclana, por su parte, aunque la noche se celebró mayoritariamente en los hogares, la zona de la playa y del Novo Santi Petri acogió buena parte de la atención festiva con la celebración de cotillones privados. Igualmente, la zona de ocio de La Barrosa acogió a buena parte del público joven que se acercó hasta locales nocturnos con ganas de despedir el año. Todo ello en una madrugada y ya jornada del día 1 que transcurrió sin incidencias, como confirmaron fuentes del 112.
