Pareja
Desmontando mitos románticos: no somos medias naranjas, sino naranjas enteras
La psicóloga Laura Fuster explica que existen «tantas formas de amar como personas que aman» y propone descubrirlas en lugar de guiarnos por lo que vimos en las películas o lo que nos vendieron como romántico
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Ni media naranja, ni cuarto y mitad, ni zumo exprimido... Estos conceptos no conectan con el tipo de relaciones de pareja que se viven en la actualidad. «En las últimas décadas, tanto las mujeres como los hombres quieren sentirse plenamente realizados por sí mismos. No buscan una persona para que les complete, sino para compartir lo que cada uno de ellos posee de manera indivudual», según opina Laura Fuster, psicóloga del Centro de Psicología Cognitivo Conductual de Valencia .
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La idea es, según explic, que ya nacemos enteros y que no debemos cargar con la responsabilidad de hacer feliz a alguien ni de que otro nos haga felices a nosotros. «Nuestra felicidad está en nuestras manos. Además, solo cuando estemos muy enamorados de nosotros podremos enamorarnos de otra persona», aclara Laura Fuster .
¿Qué es «ser romántico»?
El concepto de la «media naranja» es uno de los mitos del «amor romántico» que aún defienden algunas personas y que se une a esa creencia que lleva a asociar el «romanticismo» con los detalles. Tal como comenta Laura Fuster, está socialmente aceptado pensar que los detalles, regalos y las muestras físicas, explicitas y evidentes del amor implican que nuestra pareja nos quiere más. Pero esto, como aclara, no es así necesariamente ya que las personas pueden demostrar el amor de muy diversas maneras. Por ejemplo, podemos esperar que nuestra pareja nos regale flores en un día especial y si esto no sucede podemos frustrarnos o incluso llegar a pensar que nos quiere menos. Pero lo que a veces no tenemos en cuenta, según matiza la psicóloga, es que quizá para él o ella no sea importante hacer este tipo de regalos , pero sí lo sea demostrar de otra forma el amor como escuchando a su pareja con atención cuando tiene un problema, ayudándole con un proyecto relacionado con el trabajo, acompañándole a ver una película aunque no le guste o preparando el desayuno antes de que se levante. «Aunque está bien considerar el romanticismo como un valor positivo en la pareja, es importante entender la forma de serlo de la otra persona. Existen tantas formas de demostrar amor como personas que aman », afirma.
Lo que nos contaron en las películas
Lo habitual en las películas «románticas» es que el argumento sea algo parecido a: «Chico conoce a chica, existe algún problema pero como el amor lo puede todo el supuesto problema se acaba solucionando». Pero este tipo de argumentos, según avisa la psicóloga Laura Fuster, aporta un concepto muy equivocado: el de la visión del amor de pareja como único modo de ser feliz.
Pero el amor no puede con todo y no debemos culparnos por ello, según indica la experta, quien recuerda que cuando en una pareja surgen problemas económicos, familiares o de otro tipo puede suceder que no lo pasen bien, que discutan, que se distancien e incluso que se separen.
Un ejemplo de este tipo de películas son algunas de la primera generación de la factoría Disney . Aquellas en las que el príncipe rescataba a la princesa, se transmitía que la mujer solo tiene que esperar y el hombre pasar a la acción y la felicidad solo llegaba cuando estuvieran juntos. Los tres son conceptos equivocados, según Laura Fuster, quien además destaca el hecho de que esas películas se acaban justo con el primer beso. «¿Qué pasa en esas relaciones después?», invita a preguntarse.
Para escapar de ese influjo externo aconseja que cada uno se conozca bien a sí mismo. «Si sabemos cuáles son nuestros valores , qué cosas son importantes para nosotros, qué situaciones no admitiríamos nunca o dónde están nuestros límites podremos tener una idea de pareja que se adapte a nuestra visión del mundo», propone.
Tener pareja debe ser una elección consciente, basada en el autoconocimiento y no en una idealización . «No podemos adoptar lo que se piensa socialmente que es la pareja ideal porque no es una construcción que hayamos hecho nosotros», sentencia.
En definitiva, naranjas enteras eligiendo vivir su propia historia y no la de las películas.