Relaciones
No todo es amor: cuando en las apps de ligar haces amigos
A veces es más difícil hacer nuevos amigos que encontrar pareja. Muchas personas recurren a Tinder y otras apps para suplir la falta de amistades
Parece que tener amigos es solo cosa de adolescentes y universitarios. Como si, según se suman años a la cuenta, los amigos desaparecieran, o fueran sustituidos por parejas e hijos. Ocurrió en 'Friends': cuando los amiguísimos empezaron a casarse, tener hijos y superar ya de manera peligrosa la veintena, dejaron de compartir piso, y nos despidieron de ellos. Y es que, aunque la necesidad de conservar amistades continúa vigente, no se puede negar que cuando entran las parejas estables y los hijos en la ecuación, empiezan los distanciamientos y, aunque prevalece el cariño que se tiene a los amigos, las diferencias ¿vitales? hacen que tengamos que lanzarnos a la búsqueda de algunos nuevos. ¿Y eso cómo se hace? Porque uno tienen sus amigos del colegio, del barrio, de la universidad, del trabajo... y después la cosa se complica.
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Si hay quienes se apuntan a clubs de lectura, o clases de pintura en pro de hacer amigos, hay otros que recurren a Internet. Y en vez de sumergirse en Tinder, o cualquier app de ligar, para encontrar el amor, lo hacen buscando amigos. Esto tiene sus consecuencias, pues los hay que entran a Tinder buscando amistades y salen con novios, y quienes entran a las fauces del cortejo online en busca de una pareja y salen de allí solteros, pero con un puñado de buenos amigos a conservar.
Conocer gente en una nueva ciudad
Más allá de las comentadas, hay circunstancias que animan a la búsqueda de amistades online . Y una de las más comunes es cuando alguien se muda a una nueva ciudad. Es lo que cuenta Ana, de 25 años, que cuando llegó a Sevilla no conocía a nadie. «Me pareció una buena idea para abrirme a la ciudad, así que me creé un perfil en Tinder explicando que tenía intereses culturales y turísticos. Puse la búsqueda tanto para hombres como para mujeres, y hacía 'match' en función de los intereses y no el físico», relata. Tamara (27 años) tuvo una situación parecida: llegó a Bélgica sin contactos, y se abrió una app de ligar con intención de conocer amigos. «Yo tenía pareja en esa época, y se lo comenté para que no se 'asustase' si me veía en Tinder», se ríe. El caso de Ana Francesca (30 años), deriva en otro resultado: entrar a Tinder para conocer gente, y terminar con pareja. «La primera vez que utilicé una app de ligar para hacer amigos fue cuando me mudé a Japón hace año y medio. Me vi obligada a recurrir a Tinder para tener vida social», relata. Cuenta que, aunque su experiencia no fue muy buena en general, pues no se sentía muy cómoda con el uso de la app en el país, conectó con la que ahora es su novia.
«En los tiempos que corren, la manera más fácil de conocer a gente es a través de las redes sociales», asegura Marta Ballesteros Durán, psicóloga en Centro TAP. Comenta que utilizar este tipo de apps con el fin de encontrar una amistad es una manera muy válida de conocer a alguien , pues permite relacionarse con personas con las que de otra manera sería muy poco probable coincidir. Pero resalta una desventaja: al tratarse de relaciones inmediatas y más superficiales, puede que nos demos tiempo suficiente para cultivar y profundizar en la amistad. Así opina Miguel, de 24 años, que lleva utilizando desde los 18 estas apps para encontrar amigos. Dice que le apena 'confesar' que la mayoría de estas amistades 'tinderianas' han tenido una naturaleza fugaz, pues, argumenta, la falta de un grupo de permanencia y no tener a priori lugares comunes lo hace más complejo. «Muchas veces el estrés urbano y su ritmo frenético no nos dejan suficiente tiempo que reservar a este tipo de amistades las cuales, de haberse formado en nuestros lugares habituales por los que transitamos a lo largo del día, podríamos atender de una manera más accesible y mejor incorporada en nuestras rutinas», reflexiona el joven.
Asimismo, se da el fenómeno por el que se buscan personas afines a nosotros, tanto personalmente como situacionalmente. Explica Marta Ballesteros Durán que lo natural es buscar personas parecidas a nosotros , pues crearan un entorno más seguro, y es en este tipo de contextos en los que nos sentimos con más confianza y seguridad en nosotros mismos. «Tendemos a buscar amigos con circunstancias e inquietudes similares a las nuestras, para sentir que podremos ser comprendidos, lo que genera confianza para profundizar en la relación, abrirnos a los demás, y así potenciar una forma sana de vincularnos a los demás», desarrolla la profesional.
¿Por qué queremos más amigos?
Si sentimos esa necesidad de hacer nuevos amigos, sea cual sea nuestra circunstancia, es importante no agobiarse por ello. Guacimara Hernández Santana, psicóloga y miembro de Doctoralia comenta que, al igual que no hay que poner demasiada presión sobre el hecho de encontrar pareja, la búsqueda de amigos debe ser igual. «Debemos intentar hablar con gente, mantener conversaciones fluidas y sobre todo saber esperar y no desesperar. Todo lo que nos haga coger nerviosismo nos está restando calidad a la hora de tener amistades», asegura la profesional. Insta Marta Ballesteros Durán a, si sentimos ese agobio por no tener amigos, identificar si estamos ante una situación social o tan solo es fruto de nuestra percepción subjetiva , derivado del malestar emocional, y qué mecanismos podemos poner en marcha para combatirla.
Asimismo, asegura que para fomentar una buena relación con el entorno, es importante que primero generemos una buena relación con nosotros mismos. Y muchas veces la falta de esa buena relación es la raíz de la búsqueda de amigos, aunque ya los tengamos. «Cuanto más seguros nos sintamos de nosotros mismos y más actividades de autocuidado personal hayamos generado, menos sensación de soledad tendremos», asegura la psicóloga del Centro TAP. «Cuando nos sentimos agobiados por no tener un entorno social rico, es importante que valoremos e identifiquemos qué podemos hacer para salir de ese malestar; buscar un propósito en la vida, mejorar las relaciones que ya se tienen , o buscar unas nuevas», concluye.