Día Mundial de la Felicidad
Todo lo que puedes aprender de los días en los que estás triste
La tristeza nos puede ayudar a centrarnos en nosotros mismos y conocernos mejor
La felicidad es una emoción que todos ansiamos. Sin embargo, existen otras como la tristeza sin la cual tampoco podríamos vivir y que tiene sus beneficios para nuestro desarrollo como personas. Mónica García, coach de liderazgo personal y fundadora de El Factor Humano, sostiene que estar triste también puede ser positivo y comparte tres beneficios de esta emoción y cómo sentirse triste puede convertirse en una oportunidad de reconexión con uno mismo.
Para la profesional la felicidad también se alcanza aprendiendo a incluir en nuestra vida de manera natural los momentos grises y de tristeza, de nostalgia, decepciones y sufrimiento, viéndolos como una parte útil para vivir la vida que deseamos.
«La luz necesita de las sombras para existir. Esa sombra es la emoción de la tristeza que a priori puede considerarse como un sentimiento negativo pero que tiene un gran potencial para estimular nuestro desarrollo personal , ya nos invita a la intimidad. A buscar un lugar a solas para estar con nosotros mismos. Algo que, con el ritmo de vida al que, consciente o inconscientemente, hemos dicho que sí, rara vez ocurre» afirma la coach de liderazgo personal, Mónica García.
Tres beneficios de la tristeza
Para la experta de El Factor Humano, el problema de ver a la tristeza como algo negativo es que al quedarnos a solas con ella, en vez de crear mayor intimidad y claridad, nos encontramos con que nos damos pena a nosotros mismos, nos volvemos más negativos, incluso podemos llegar a temerla si pensamos que si nos dejamos sentirla podemos entrar en una depresión. Como consecuencia la rechazamos entreteniéndonos, ignorándola, haciendo lo que sea para no sentirla.
Ahora bien, la tristeza tiene varios regalos para nosotros. La intimidad nos ayuda a crear un espacio para estar en relación con uno mismo. Buscamos que nos hagan caso, nos entiendan o nos escuchen pero, ¿cuántas veces te paras a escucharte? , ¿cuántas de las veces que te paras a escucharte luego te haces caso? La tristeza por lo tanto nos ayuda a crear una relación más íntima y fuerte con nosotros mismos.
Pararse a reflexionar además nos ofrece la oportunidad de identificar que falta en nuestra vida. En esta faceta la tristeza es muy útil porque aparece cuando tenemos nuestra mente en el pasado , en particular en lo que había en el pasado que ya no tengo, o en aquello que hemos perdido, un ser querido, una posibilidad de futuro, o la oportunidad de decirle a un ser querido que le quieres o de hacer un favor. La tristeza nos avisa por lo tanto de que al centrarnos en lo que hemos perdido, nos estamos perdiendo las oportunidades que sí existen en el momento presente así como las nuevas posibilidades futuras.
La tristeza además llamará nuestra atención cuando nos atascamos en echar de menos, con el fin de que te pongas en acción en la dirección de lo que deseas. Porque aquello que echas de menos es de lo que quieres más. Dale la vuelta y encuentra formas creativas de añadir a tu vida lo que echas de menos . Y no te apegues a la forma de obtener aquello que deseas. Por ejemplo, si deseas más amor no te limites a obtenerlo de una persona en particular, ábrete a compartir y dar amor tu también. Si echas de menos a un ser querido porque le querías mucho, sigue queriéndole, sigue pensándole mientras sientes tu corazón lleno de amor hacia ese ser querido.
No obstante, estos estados de tristeza deben de ser pasajeros y transitorios . Si uno se ancla en este sentimiento, se enfoca en el pasado, se olvida de uno mismo y la tristeza es persistente es muy probable que necesite la ayuda de un profesional para seguir adelante.
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