Los 88 peldaños de la gente feliz
Peldaño 10: «Ser consciente de la actitud negativa, ya aumenta la positiva»
En este décimo capítulo o peldaño de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te explico cómo aprender a identificar la actitud negativa que nos desborda en numerosas ocasiones
Este Peldaño es el complemento del Peldaño anterior, ya que se centra en el cómo: cómo conseguir subir de Belt en tu Éxito Interior a través de la pregunta «¿desde dónde?». Si tuviera que dividir en dos partes el proceso de alcanzar el Éxito Interior, la primera incluiría todo lo que tiene que ver con aprendizaje, invertir en conocimiento e inundar el cerebro de toda la información para ser procesada. Pero de nada sirve todo eso sin la segunda, que es asimilarla. Que tu cerebro tenga toda la información del mundo sin que ésta pueda ser asimilada es tan útil como que un árbol tenga toda el agua del mundo sin que ésta pueda ser absorbida.
Por tanto la parte verdaderamente importante no es acceder a la información, sino que consigas hacerte dueño de ella. Para ello hay una herramienta que probablemente sea la más importante de todas cuantas existen de cara a este fin. Es sencilla y está al alcance de todos. Esa herramienta es el centro de este Peldaño. Se trata de la AUTO-OBSERVACIÓN .
A través de recursos como mis conferencias, vídeos o incluso este libro, yo puedo encargarme de alertarte de preguntas como el «DESDE DÓNDE» y conceptos como la Bolsa Negra y la Bolsa Blanca. Al hacerlo yo juego un papel nada insignificante en el proceso, ya que el mero hecho de que seas consciente de ese binomio, por arte de magia, acaba de darte el mayor avance hacia tu objetivo antes incluso de comenzar a andar. El simple hecho de leer sobre un tema, de por sí, eleva tu nivel de consciencia sobre ese tema, y en la consciencia de un tema reside el aprendizaje sobre ese tema. Aprendes más sobre algo cuanto más consciente eres sobre ello. ¿Y cómo se eleva el nivel de consciencia? Con la AUTO-OBSERVACIÓN. La auto-observación va más allá de simplemente observar. En realidad consta de un proceso de cuatro partes, que constituyen sus cuatro ventajas: PARAR – REFLEXIONAR – DECIDIR – ACTUAR .
Tu pareja se enfada porque has llegado tarde a cenar. Tú consideras que su enfado es terriblemente injusto, ya que según tu parecer, si trabajas, es por el bien de tu familia. En cuanto percibes la alteración de tu pareja, después de un día muy frustrante en la oficina, te empieza a hervir la sangre y entras en cólera contra ella y su enfado. Te sientes (eliges sentirte) ofendido. Justo cuando estás a punto de ventilar tu cólera, te acuerdas del poder de la AUTO-OBSERVACIÓN. Y en vez de explotar, PARAS. Ese primer paso ya te permite contener tu ira en lugar de exteriorizarla. Luego, REFLEXIONAS. Reflexionar te permite formularte la pregunta del «¿desde dónde?». Al hacerlo reconoces que no hay ira donde hay amor, y por tanto concluyes que enfadarse y ofenderse es actuar desde el ego. Ese minidiálogo, que lleva menos de un segundo —ya que no se compone de palabras, sino de nociones, de observación—, hace que eleves tu nivel de consciencia; y recuerda que, siempre que eleves tu nivel de consciencia sobre un tema, podrás concluir que has aumentado tu aprendizaje y crecimiento sobre ese tema. Durante tu reflexión, piensas que si alguien te estuviera grabando mientras actúas de forma fea, querrías que borrasen el vídeo, porque ese personaje es el opuesto a la persona que tú quieres ser. Por tanto DECIDES no escuchar a tu ego. En conclusión, ACTÚAS controlándolo . Le dices: «Has trabajado mucho para hacer esta cena y te has frustrado al ver que no llegaba, ¿verdad?». Esa frase desarma a tu pareja. Le has contestado desde el amor, y en consecuencia, él/ella te devuelve... más amor.
¿ Cuántas veces te has parado a, simplemente, observar tu impaciencia, tus miedos, tu frustración ? Seguro que no has dedicado en total ni siquiera una hora toda tu vida a ser consciente de esas cosas; sin embargo, tomar consciencia de cualquier tentáculo del ego, incluso sin hacer nada más, es la herramienta para eliminarlo. Cuanto mayor sea el tentáculo, mayor deberá ser la observación. Si un lunes fulanito actúa con rabia ante una situación , y el martes, ante la misma situación, consigue actuar sin rabia, lo único que ha hecho que él conquistara la rabia del martes y otros no, es el número de minutos que dedicó a reflexionar sobre la del lunes.
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«Ser consciente de la actitud negativa,
de por sí, ya aumenta la positiva».
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