Psicología
Esto explica por qué reprimes tus emociones
Las psicólogas Valeria Sabater y Gema Sánchez Cuevas ofrecen en «Pon corazón a tu cerebro» una guía para fortalecer la autoestima, la asertividad, la empatía y la comunicación emocional
«Vivimos en una sociedad donde no se nos da permiso para sentir», afirma la psicóloga Valeria Sabater, quien asegura que la expresión de las emociones sigue viéndose como un signo de debilidad . Sabater, que es coautora de «Pon corazón a tu cerebro» junto a la psicóloga Gema Sánchez Cuevas, aclara que, aunque es cierto que es algo que está cambiando en la actualidad, aún hay muchas personas a las que sus padres les inculcaron de pequeños frases como «no llores», «si estás enfadado, te aguantas» o «deja de estar triste por esa tontería». Esos padres fueron, sin saberlo, auténticos vetadores de la expresión y de la comprensión emocional, según revela la experta.
En su obra «Pon corazón a tu cerebro» (de La mente es maravillosa para La Esfera de los Libros) las psicólogas proponen recursos que ayudan a entender y gestionar las emociones , aunque lo primero de todo es, según explican, identificarlas .
Hay dos frases muy sencillas que la psicóloga Valeria Sabater propone recordar a diario y que pueden ayudar en este sentido: «Me doy permiso para sentir» y «voy a intentar buscar mi equilibrio». La primera idea, según aclara, requiere hacer algo para lo que casi nadie nos ha educado o entrenado: escuchar nuestro cuerpo , saber lo que siente y poner nombre a cada sensación, a cada estado que experimente el organismo y que invada nuestra mente. «¿Lo que siento es inquietud, nerviosismo, miedo o puede ser tristeza o frustración?», invita a preguntarse.
Una vez que se ha puesto nombre o se ha reconocido aquello que sentimos, llega el paso más importante: encontrar el equilibrio interno sabiendo qué quiere decirnos esa emoción. «Debemos por tanto preguntarnos qué es lo que nos perturba y quué podemos hacer para solucionarlo», propone Sabater. Lo ideal, sergún propone la experta, es «no dejar para mañana lo que nos preocupa hoy», pues como diría el neurocientífico Antonio Damasio, el propósito de las emociones es ayudarnos a adaptarnos a aquello que nos rodea. «Estamos obligados a entender su mensaje y a hacer los cambios que sean convenientes para alcanzar el bienestar», comenta.
Llama a cada emoción por su nombre
Una adecuada gestión emocional impacta en todos los escenarios vitales. Según afirma Sabater, se gana en bienestar, se fortalece la autestima , mejora las relaciones personales e incluso puede hacer que todo ello revierta en la salud . Y aún más, pues la experta está convencida de que también llega a los que nos rodean. «Es como las ondas que se generan en un lago al lanzar una piedra con efecto. Inspiramos a otros al tratarlos con mayor respeto y empatía. Todo ello permite crear un mundo más sano y equitativo, algo que haría de nuestros escenarios de trabajo y de las escuelas unos lugares más felices y más productivos», argumenta la psicóloga.
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