Borderline
Es un trastorno límite de la personalidad y afecta a la salud mental de la persona que lo padece, ya que impacta en la manera en la que piensa y siente acerca de sí mismo y de los demás
Muchas veces hemos utilizado el término borderline . Sin embargo, ¿lo usamos de manera correcta?, ¿sabemos bien qué significa?
Borderline es un trastorno límite de la personalidad y afecta a la salud mental de la persona que lo padece, ya que impacta en la manera en la que piensa y siente acerca de sí mismo y de los demás. Esto le causa problemas para insertarse con normalidad en la vida cotidiana. Este término conlleva problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento y un patrón de relaciones inestables.
Este trastorno le da a la persona que lo padece un temor profundo a ser abandonado o a la inestabilidad, e incluso se puede tener problemas para tolerar estar solo. Pero esto se complica, porque estas personas tienen momentos de ira desmesurada, son impulsivos y los frecuentes cambios de ánimo pueden alejarles de los demás, pese a que quieren tener relaciones afectuosas y duraderas.
Hay que tener en cuenta que la condición de borderline o trastorno límite de la personalidad (TLP) es muy compleja y provoca mucha angustia a la persona que lo padece. Nada le da placer y vive en una constante de dolor, ira y confusión. No sabe nunca cómo se va a sentir en el minuto siguiente.
Este trastorno, que designa numerosas anomalías psicológicas, se suele diagnosticar pasados los 18 años. Su característica principal es la variabilidad de las emociones. Pero el rasgo fundamental de una persona con TLP es que no ha sido capaz de aprender a manejar correctamente o a asimilar el resentimiento hacia momentos difíciles que ha vivido, ya sea un abandono, el divorcio de los padres o incluso un abuso. Esto da lugar a que la persona tenga una inestabilidad significativa en las relaciones interpersonales, incluso en la imagen que tiene de sí misma.
Las relaciones interpersonales de una persona con borderline son caóticas debido a su impulsividad, su inestabilidad emocional y esos pensamientos extremadamente polarizados.
El TLP es un trastorno de la personalidad incluido en el grupo de los 'dramático-emocionales' y es con diferencia el más común de estos trastornos.
Historia del término
La palabra borderline se utiliza en muchos idiomas, no solo en inglés. Fue utilizado por primera vez en 1884 por el psiquiatra C. Hughes y después el psicoanalista Adolph Stern, en 1938. Este lo utilizó para caracterizar afecciones psiquiátricas que superaban la neurosis, pero que no llegaban a la psicosis. De ahí que se sitúe el trastorno TLP en el límite entre uno y otro.
Sin embargo, hasta 1980 el trastorno borderline no ha sido considerado oficialmente un trastorno de la personalidad. Fue entonces cuando se dejó atrás la idea de que este trastorno fluctuaba entre la neurosis y la psicosis y ya tiene entidad propia.
No se sabe muy bien las causas de por qué unas personas tienen más tendencia a padecer un trastorno límite de la personalidad. Pero se relaciona con factores genéticos, familiares y sociales.
Algunos factores de riesgo
El abandono o miedo al abandono en la niñez y la adolescencia, una vida familiar disociada, comunicación deficiente en la familia o haber sufrido algún tipo de abuso sexual, físico o emocional son algunos de los factores de riesgo.
Este trastorno afecta por igual a hombres y a mujeres, pero suelen ser estas las que buscan tratamiento antes que los hombres. Los síntomas del TLP pueden mejorar según la persona afectada se va haciendo mayor y alcanza la mediana edad.
Las personas con TLP carecen de seguridad en sí mismas y en cómo son juzgadas por otros. Así que, en muchos casos, sus gustos e intereses pueden cambiar fácil y rápidamente. No suelen existir los grises, o todo es negro o todo es blanco. Además de que cambian de parecer con una velocidad pasmosa y esto les lleva a tener relaciones inestables y muy intensas.
Las complicaciones en personas con un trastorno borderline puede darles depresión, la drogadicción, problemas laborales, familiares y sociales. Los casos más graves pueden dar intentos de suicidio y en la peor de las situaciones conseguirlo.
Para luchar contra este trastorno de la personalidad es fundamental buscar ayuda lo más pronto posible.
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