Meditación
Yin yoga: lo que debes hacer con tu cuerpo antes de irte a dormir
Las posturas del yin yoga las trabajas a nivel físico y mental, por lo que las asanas las mantienes en el tiempo para ser consciente de la aceptación de nuestro cuerpo
El Yin Yoga es un estilo de yoga que combina las posturas del Hatha Yoga y las prácticas de la medicina tradicional china con la finalidad de beneficiar nuestra salud . Mientras vamos entrando conscientemente y lentamente a las posturas estamos trabajando los tejidos más profundos como las articulaciones, ligamentos, tendones y fascia.
Esta actividad lenta reúne la parte más calmada y relajante del yoga, es decir, la parte más tranquila del yoga se encuentra en el yin ya que se recomienda mantener las posturas de uno a cinco minutos para poder beneficiarnos con más facilidad de sus efectos reparadores. En este estilo se fortalecen las articulaciones, ligamentos y tejido conectivo, permitiéndonos llegar a la parte más meditativa de la práctica.
Pero, vayamos por partes: ¿dónde nace el yin yoga ? Al parecer, y en palabras de Ainara Goñi Rodríguez, experta en Hatha, Vinyasa y Yin yoga, esta disciplina es una fusión entre el taoísmo y medicina tradicional china, aunque el que lo crea (Paulie) es americano: «Existen varios conocidos profesores que han popularizado la práctica de Yin Yoga como son Paulie Zink, Paul Grilley y Sarah Powers. Y son ellos los que le dieron nombre y forma a este estilo a través de varios estudios que hicieron y prácticas constantes que les permitió identificar un nuevo y particular estilo».
Tranquila y relajada
Aunque el yoga se conoce generalmente por ser una actividad tranquila, es su parte yin la que recoge los ejercicios más relajantes. ¿Por qué? Según cuenta la experta en yoga, es una práctica que se lleva a cabo en, aproximadamente, una hora de clase y no da tiempo a hacer más de cinco o seis posturas diferentes. «Estas posturas las trabajas a nivel físico y mental, por lo que las asanas las mantienes en el tiempo para ser consciente de la aceptación de nuestro cuerpo, que en estos ejercicios va mejorando la paciencia», señala Ainara Goñi Rodríguez.
Para los ejercicios que propone más adelante la profesora de Hatha Yoga sería muy recomendable utilizar un tipo de material específico que nos facilitaría las asanas y nos ayudaría a relajarnos. Tal como explica, es una práctica que se puede hacer sin accesorios pero «es más placentero con los accesorios de yoga , como los bloques y la almohada Kipli de látex 100% natural», con la que se puede profundizar las posturas al mismo tiempo que te vas preparando para entrar en relajación y finalmente conseguir un buen descanso, además de que la experta recomienda hacerlo con una almohada con tejidos y composición natural como la almohada Kipli de látex 100% natural. «Esta práctica de yin se puede combinar perfectamente con otras prácticas más Yang, de hecho es ideal poder dominar y disfrutar de ambos estilos y perspectivas, pasivas y activas, como el yin y el yang», indica.
En cuanto al momento idóneo para realizar esta actividad, Ainara lo tiene claro: antes de dormir. Mientras que el yoga lo recomienda con la salida del sol, el yin yoga el rato previo a cerrar el día. Se dice que cuando te alimentas de los primeros rayos de sol tienes energía suficiente para afrontar el día, pero el yin yoga es para relajarse y dormir bien, por lo que lo aconsejo a última hora del día porque se busca relajar completamente los músculos en cada asana sin buscar esfuerzo alguno».
Ejercicios del yin yoga
Talc omo cuenta la experta en yoga, estos serían algunos de los ejercicios que nos ayudarían a relajarnos y dormir plácidamente:
1. Mariposa reclinada hacia atrás : acostado con una almohada a lo largo y debajo de tu espalda o tronco con rodillas flexionadas en mariposa y pies juntos, brazos a los lados del cuerpo o haciendo algún mudra de preferencia. Hazlo de tres a cinco minutos.
2. Torsión : Acostado con rodillas al pecho las dejas caer hacia cada lado sosteniendo de tres a cinco minutos cada lado. Si pones tu almohada Kipli bajo la espalda, será mucho más placentero.
3. Postura del niño : sobre tus rodillas flexiona hacia adelante dejando caer tu frente hacia el suelo con brazos hacia adelante o hacia atrás. Puedes colocar rodillas abiertas o cerradas y también puedes agregar una manta en la parte de corvas de rodillas en caso de sentir incomodidad al flexionar esa zona. Hazlo de tres a cinco minutos.
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