Kickboxing: el deporte que te enseña a defenderte mientras te pone en forma
La práctica de esta disciplina genera positividad, porque en cada entrenamiento se van consiguiendo pequeños retos que sin duda mejoran el estado de ánimo
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La creciente inseguridad ha hecho que los deportes de contacto estén siendo cada día más demandados, sobre todo por mujeres. El kickboxing , por ejemplo, es un fantástico sistema de defensa personal con el que además practicas ejercicio físico.
Para conocer un poco más sobre esta disciplina, hemos preguntado a Javier Molina, maestro de kárate, kickboxing, defensa personal y kobudo en Gimnasio J. Molina ( @gimnasio_j.molina ), centro donde lleva al frente desde 1992. Molina es 6º dan de kárate y desde los 80 está practicando lo que entonces se conocía como 'full contact', de la mano de instructores tan reconocidos como Mariano Morante, Dominique Valera o Ramón Dekker, entre otros.
Este profesional indica que el kickboxing es un deporte de contacto formado por tres bloques. En primer lugar tenemos el sistema defensivo , formado por las esquivas (desplazamientos para salir de la trayectoria de los golpes del rival), paradas, blocajes (bloquear los movimientos del adversario con manos, antebrazos, piernas...) y protecciones.
Por otra parte tenemos las técnicas de puño y pierna . «El trabajo del tren superior, aunque en su mayor parte es boxeo, dependiendo de la modalidad incluye habilidades de otras disciplinas como el giro de puño o las técnicas de codo». En el caso del tren inferior se adoptan diferentes formas de pateo procedentes de distintas artes marciales y otros deportes de contacto, estando algunas de ellas integradas ya con identidad propia. Encontramos por ejemplo la patada frontal, la circular o la lateral.
Es muy importante que el preparador físico adapte el entrenamiento y la progresión a cada persona , pues la morfología y la condición física varían de unas a otras. Así se evitarán sobresfuerzos, fallos musculares y lesiones.
En este sentido, el entrenador debe inculcar una actitud deportiva , a la par que respetuosa, durante los entrenamientos y erradicar cualquier amago de agresividad.
Beneficios del kickboxing
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Desarrollo de la coordinación y la movilidad articular
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Mayor flexibilidad, fuerza, potencia y equilibrio
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Incremento de reflejos y velocidad de reacción
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Mejora de la psicomotricidad
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Más concentración, autoestima y confianza
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Ayuda a liberar el estrés
La práctica de esta disciplina genera positividad , porque en cada entrenamiento se van consiguiendo pequeños retos que sin duda mejoran el estado de ánimo.
Aunque en algunos gimnasios enseñan este deporte a niños desde que son muy pequeños, Molina recomienda hacerlo desde los 12 años en adelante . «Aconsejo que antes se practiquen otras disciplinas como el kárate o el taekwondo».
¿Cómo son las clases?
Molina comienza los entrenamientos con un calentamiento aeróbico para activar poco a poco el ritmo cardíaco. «Vamos preparando las articulaciones y la musculatura para evitar lesiones». Después se pasa a la preparación física, donde se tonifica el tren superior, la franja abdominal y el tren inferior, terminando con estiramientos de todo tipo, pero sin forzar demasiado.
Para la parte técnica, Molina recuerda que hay que llevar las manos y las muñecas bien vendadas , lo que se puede hace a través de diferentes sistemas. Esto es preferible hacerlo antes del calentamiento, para así no perder tiempo y evitar quedarnos fríos.
Una vez colocada la equipación, se pasa al desarrollo del entreno. «Normalmente se empieza con trabajos de 'sombra y espejo', repasando todo el repertorio técnico, pero sin hacer movimientos explosivos y bruscos», explica el maestro. «Los principiantes lo harán bajo la supervisión más constante del preparador».
El desarrollo técnico puede ser individual, en parejas o en grupos. Además se puede utilizar material complementario como manoplas, paos, saco y escudos de golpeo durante la práctica. Para finalmente acabar con asaltos de libre ejecución en pareja , donde se puede aplicar todo lo trabajado con el compañero.
La rutina de un competidor será completamente diferente a la de un practicante ocasional o a la de alguien que solo entrene por ocio. «Se daría por hecho que su nivel tanto físico como técnico es alto y puede asumir una carga de trabajo superior, específicamente orientada a mejorar su rendimiento durante asaltos a máxima intensidad», señala Molina.
No obstante, el poder adquirir un nivel óptimo para competir será consecuencia de años de práctica, y siempre que el preparador lo considere oportuno, sopesando en cuál de las diferentes modalidades encajaría mejor.
Indumentaria y material necesario
Puedes utilizar ropa que sea cómoda y que normalmente uses para hacer deporte, aunque es recomendable llevar pantalones cortos o 'shorts de thai boxing', así como largos de 'full contact'. «Ambos deben tener la suficiente holgura para desarrollar las técnicas de pierna con soltura», apunta Molina.
En cuanto a la equipación, será necesario tener guantes, los cuales variarán de tamaño y peso (onzas) en función del peso y la envergadura de la persona que los lleve. También tendrás que tener espinilleras o tibiales para proteger las piernas y los pies, vendas, protector bucal, coquilla, casco y un protector de pecho en el caso de las mujeres. Aunque este material lo podrás ir adquiriendo poco a poco conforme vayas aumentando tu nivel.
Por último, recuerda que se entrena descalzo , como en otras artes marciales, pues llevar calzado puede ser peligroso en los contactos a la hora de patear.
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