Alimentación
Aprende a elegir un buen embutido en el supermercado
Fijarse en el porcentaje de carne que tiene el producto que compramos, la cantidad de sal y si contiene azúcares añadidos es primordial para llevarnos a casa un producto sano y rico
Desde la infancia comenzamos a consumir embutido. ¿Quién no ha llevado al recreo del colegio un bocadillo de salchichón ? ¿Y aquellos que nos preparaban, un poco más grandes, cuando íbamos de excursión? El chorizo, jamón serrano , jamón york, lomo o queso, entre otros, nos llevan acompañando bastantes años, pero seguramente no siempre de una forma saludable.
Para empezar, necesitamos saber qué exactamente ese producto embutido que consumimos. Tal como dice el código alimentario español, se entiende como embutido a todos aquellos derivados y preparados que provienen de las carnes de animales bovinos, súidos (cerdo, jabalí..), cápridos etc., y se distinguen cuatro tipos.
Embutidos de carne . Explican las expertas en nutrición Aina Huguet y Marta Moreno que se trata de aquellos que están elaborados con las carnes citadas anteriormente. Dependiendo de su composición, elaboración, consistencia y color tendrán unas características u otras. Es aquí donde encontramos chorizo, embuchado, salchichón, salchichas, salchichas tipo Francfort, salchichas tipo Viena, butifarra , butifarrón y sobrasada.
Embutidos de vísceras . Además de las carnes citadas anteriormente, contienen trozos de vísceras cocidas o encalladas. Aquí tenemos las sabadeñas, longanizas gallegas, salchichas de hígado, etc.
Embutidos de sangre . Se caracterizan por tener una consistencia blanca o semiblanda, pueden ser crudos o cocidos, donde su principal constituyente es la sangre, a la que se ha adicionado carne, vísceras, manteca, tocino y productos vegetales varios e introducidos en tripa ancha. Encontramos distintas clases de botagueñas y morcillas .
Fiambre . Son productos de variada composición. y formados por carne de cerdo, vacuno, tocino y sus mezclas o bien carne de aves y sus mollejas, pudiendo contener también huevo, leche y especias varias. Entendemos por fiambre el jamón de york, mortadela, roulada, galantinas, pastas de hígado o chicharrones .
Qué mirar en la etiqueta del embutido
Antes de decantarnos por un tipo de embutido, lo primero que tenemos que hacer es leer el etiquetado para ver los ingredientes y elegir la opción más saludable.
«Lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que el primer ingrediente principal sea carne (del producto que vayas a comprar) y que tenga un % elevado de esa carne (preferiblemente mayor al 80%). Por ejemplo, si compras jamón york, asegúrate de que tenga como primer ingrediente jamón de cerdo», recomienda la nutricionista Marta Moreno, de Núkula , app que ayuda a hacer la compra de manera concienciada y sostenible.
Lo siguiente que habría que mirar es que en los ingredientes no haya azúcares añadidos: «Algunos tienen añadido almidones , maltodextrinas o fécula de patata para mejorar su textura. Aun así, a la hora de elegir el producto, cuanto más natural mejor», dice. La nutricionista Aiga Huguet, del centro Alimmenta , aconseja también fijarse en los azúcares añadidos: «Suelen presentarse como maltodextrina, dextrosa, azúcar, etc., féculas como son las harinas, almidones, y proteínas de soja».
Por último habría que fijarse en el contenido de sal. Explica la nutricionista Marta Moreno que los embutidos suelen tener mucha cantidad de sal en su composición, y que para ello «hay que ir a la información nutricional y observar los gramos de sal por 100 gramos de producto y procura que tenga la menor posible (1 ó 1,2 gramos/100 gramos)». Asimismo, la experta en nutrición aconseja elegir aquellas opciones cuyos aditivos alimentarios sean los menos posibles.
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