Nutrición
La forma de comer pipas que beneficia tu cuerpo
Las semillas, remojadas o molidas, aportan multitud de nutrientes y beneficios a tu salud

Ya sabemos que los frutos secos proporcionan multitud de beneficios a nuestra salud: grasas saludables, nutrientes esenciales y ácidos esenciales son parte intrínseca de su composición. Pero, las semillas, que no debemos confundir con frutos secos , son alimentos de utilidad similar que también pueden ser un gran aliado para la alimentación saludable.
Las pipas de calabaza, de girasol, o los piñones forman parte de este grupo de alimentos que podemos añadir a nuestros platos con facilidad y nos reportarán cantidad de beneficios. Pero, para poder sacarles el máximo partido, es necesario conocer bien sus propiedades y cómo debemos prepararlas. «Con las semillas, a diferencia de los frutos secos, no podemos absorber los nutrientes que contienen si las comemos directamente, ya que son un alimento muy resistente, preparados para sufrir condiciones ambientales extremas», explica la nutricionista Beatriz Cerdán, del centro Aleris. «debemos de remojarlas, hidratarlas tostarlas o macharlas».
Ana Amengual, nutricionista del centro Júlia Farré comenta que, aunque podemos considerar que las semillas son similares a los frutos secos, en el sentido de que tienen ácidos grasos saludables , aportan proteínas, minerales o antioxidantes, estas destacan por su alto contenido en fibra. Aun así advierte que al contener tanta, las semillas pueden pasar de largo por nuestro sistema digestivo sin que podamos llegar a aprovechar sus beneficios. Es por ello que la profesional del centro Aleris indica que al consumir semillas « debemos remojarlas , hidratarlas, tostarlas o machacarlas».
Adriana Oroz Lacunza, nutricionista del centro de Barcelona Alimmenta, enumera los beneficios que puede aportarnos incluir semillas en nuestros menús diarios: «Calcio, magnesio, fósforo, zinc y hierro, vitaminas del grupo B, vitamina E, así como ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados». Además, comenta que tienen un alto contenido de proteínas de origen vegetal.
Catálogo inacabable de beneficios
Aunque todas portan características similares, las propiedades de las semillas varían según el tipo que sean.
Las semillas de chía y lino son útiles para regular el tránsito intestinal. Las primeras destacan por su alto contenido en fibra, antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 . Por su lado las de lino son ricas en magnesio.
Las semillas de cáñamo tienen un elevado contenido en proteínas (33%). Además también contiene ácidos grasos esenciales, fibra y minerales (hierro y magnesio).
Las semillas de sésamo son ricas en calcio, fitoesteroles y además nos pueden ayudar a completar otras fuentes de proteína vegetal gracias a su contenido en metionina. Consumirlas puede ser especialmente fácil gracias a que está presente en el gomasio. También son fuente de ácidos grasos poliinsaturados (omega 6) y lecitina.
Por su parte, las semillas o pipas de calabaza son una buena fuente de magnesio, selenio y zinc. Tienen muy bajo contenido en hidratos y son ricas en proteínas. Asimismo, tienen ácidos grasos poliinsaturados (omega 6) y en lecitina y ayudan a mejorar el rendimiento intelectual y a disminuir el colesterol.
Las semillas de girasol son fuente de Vitamina E y vitamina B1. Además, también son ricas en lecitina, lo que contribuye al descenso de colesterol en la sangre.
Semillas en desayuno, comida y cena
Incluir semillas en nuestros platos puede parecer a priori más complicado que los frutos secos. Pero nada más lejos de la realidad. Dan las tres nutricionistas consejos para añadir las semillas a nuestro menú y conseguir maximizar sus beneficios.
Si lo que queremos es incluirlas en el desayuno, podemos hacerlo con yogur. Beatriz Cerdán comenta que en este caso incluso podemos dejar que se hidraten, para que nos aporten una textura más gelatinosa «tipo pudding».
Si las tomamos germinadas, pueden llegar a ser muy útiles en la repostería. S e pueden hacer harinas con las que realizar bollería, pizzas, pastas o panes.
Adriana Oroz explica que las semillas son un vehículo para aumentar, de manera fácil y sabrosa, el valor nutricional de nuestra alimentación. Apunta que se pueden añadir como topping en purés o salteados de verduras , en marinados de carne, pescado o proteína vegetal, o en vinagreta de ensaladas.
Por último, nos dan la opción de realizar bebidas vegetales. Un ejemplo podría ser con el cáñamo, añadiéndole semillas y agua. Asimismo, podemos realizar una pasta llamada tahini, que se utiliza para realizar el humus.
Noticias relacionadas