Almendra. Por cada 100 gramos, 45,22 son grasa, pero de esos solo 4,32 son saturadas. Las almendras pueden ser perfectas para tomar como tentempié a media mañana o tarde, o incluso para incluir en nuestro desayuno. Atún. Este alimento que se ha puesto de moda en los «poke bowls» tiene un contenido en proteínas de 23 gramos por 100 gramos de porción comestible de atún crudo. Huevo. Su riqueza proteica es alta y sus proteínas son de gran calidad nutritiva (esto quiere decir que el índice de utilización proteica de esa proteína por parte del organismo es alto). El 35% de los lípidos son ácidos grasos saturados y el 65%, insaturados. Sin embargo, su proporción entre grasa insaturada y grasa saturada es nutricionalmente recomendable pues es uno de los alimentos de origen animal con mejor composición grasa. Nuez. Al igual que la mayoría de los frutos secos, las nueces son un alimento muy energético. Tiene 59 gramos de grasa por cada 100, pero de estos solo son saturadas 6,43 gramos. Es un alimento sin colesterol, que por su alto contenido en fibra nos ayuda a saciarnos y puede ser nuestro aliado a la hora de perder peso. Pipa de girasol. Con 43 gramos de grasa por cada 100, de los cuales solo 5,63 son saturadas, las pipas de girasol son fantásticas para comer entre horas, mientras se ve la televisión, por ejemplo. Son una opción llena de nutrientes que nos ayudará a saciarnos con facilidad. Aguacate. Este fruto tiene un porcentaje de grasas elevado, 12 por cada 100 gramos, pero de estos gramos de grasa, solo 1,41 son saturadas, por lo que se convierte en un alimento que nos colma de nutrientes necesarios. Anacardo. Aunque de primeras la cantidad de grasa de los anacardos nos asuste, tiene 43.1 gramos por cada 100, su gran mayoría es muy buena para nuestra salud. Solo 8.71 de estos gramos son grasas saturadas. El resto contiene infinidad de beneficios: tiene ácido linoleico, que ayuda a nuestro sistema neuronal y a nuestro sistema inmune. Cacahuete. Este alimento, que no es un fruto seco, al ser en su mayoría grasas monoinsaturadas (58%) y poliinsaturadas (26%) ayudan a equilibrar las tasas de colesterol. También está formado por un 7% de fibra, cinc, fósforo o hierro. Semilla de linaza. Estas semillas son una gran fuente de Omega-3 y hay que molerlo para obtener la mayor cantidad de grasa insaturada. Este tipo de semillas se suelen sumar a ensaladas o a yogures. Semilla de chía. Cargadas de Omega-3, las semillas de chía Pipa de calabaza. Las pipas de calabaza también son una opción fantástica para picar entre horas. Este alimento, muy saciante, también tiene un alto contenido en grasas, 47,33 gramos de cada 100, y solo 8,84 son saturadas. Este tipo de pipas nos aporta magnesio, cobre, proteínas y antioxidantes, entre otras cosas. Soja en grano. Las grasas poliinsaturadas son un tipo de grasas que se encuentran especialmente en alimentos como aceites de semillas de girasol o en la soja, entre otros. Las grasas poliinsaturadas pueden tener beneficios sobre el corazón, pero a diferencia de las monoinsaturadas no deben superar el 6% de la energía total ingerida. Sardina. Este pescado azul es muy rico en ácidos grasos Omega 3. Además, contiene vitaminas A, D, E, B12 y B1. Las sardinas son de los pocos pescados de los que no hay que desperdiciar nada. Salmón. El salmón tiene un alto contenido en grasas, pero la mayoría de ellas son insaturadas. Es así que, de los 12 gramos de grasa que tiene por cada 100, solo 2.16 están saturados. Este pescado una excelente fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. Pero es su contenido de ácidos grasos omega-3 lo que le aporta más valor. De hecho, el consumo de salmón con regularidad puede ayudar a reducir los factores de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Pistacho. Este fruto seco aporta más del cincuenta por ciento de ácidos grasos. Esto le convierte en un alimento prohibido para muchas personas por constituir un potencial riesgo a la hora de mantener una dieta de adelgazamiento. Si analizas las grasas que nos aportan los pistachos nos daremos cuenta de que se trata de ácidos grasos monoinsaturados que nos aportan altas cantidades de arginina, necesarios ambos para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Avellana. Las avellanas también tienen un alto aporte de grasa, 61.6 gramos por cada 100, pero de estas solo son saturadas 4.07. No solo podemos comerlas solas, también pueden formar parte de salsas, ensaladas y de repostería. Aceite de oliva. Los aceites suaves o vegetales ayudan a obtener grasa insaturada en la dieta.