Nutrición
Diferencias entre cereza y picota, beneficios y recetas para disfrutarlas
El sabor, el color y el tamaño son algunas de las diferencias entre las cerezas y las picotas
A veces, con las prisas, no nos percatamos de lo que compramos y prestamos poca atención a las características de los alimentos... Por ejemplo, ¿diferencias a simple vista los plátanos de las bananas? ¿Y las fresas de los fresones ? Algo parecido ocurre con las cerezas... De hecho, pensamos en cerezas y nos imaginamos la típica fruta unida por el 'rabito', ¿verdad? Pues lo que compras con más frecuencia en la frutería o supermercado no son cerezas... ¡son picotas!
La realidad es que hablamos de la misma fruta pero las picotas son una variedad de cerezas propia del Valle del Jerte y de la zona de la Vera, son Denominación de Origen Protegido y presentan características organolépticas diferentes. Para empezar, explica Marta Moreno, dietista-nutricionista del equipo de Núkula ( @nuku.la ), app para hacer una compra más sostenible, saludable y consciente, las cerezas comunes suelen empezar a venderse a finales de primavera, mientras que la maduración de la picota es más tardía.
«La época de las cerezas empieza con el fin de la primavera y la variedad de las picotas es un pelín más tardía porque su maduración necesita de más tiempo. Las primeras en estar listas para el consumo suelen aparecer los últimos días de junio o principios de julio», comenta Ana Colomer ( @anacolomernutricion ), dietista-nutricionista.
«Es importante tenerlo en cuenta para que no nos engañen si nos venden cerezas en mayo», dicen desde Núkula, ya que estas son más caras que las picotas.
Pero no te preocupes mucho por esto porque sabrás diferenciarlas a simple vista... La picota suele ser más pequeña, con un color rojo más intenso y oscuro, tienen un hueso grande por lo que tienen menos pulpa y además no tienen rabito; este se queda en el árbol ya que se desprenden del árbol dejándolo en él. «La diferencia más notoria de las picotas es el tamaño, ya que es la variedad de cerezas más pequeña que hay, y su sabor es más intenso y está más concentrado, además de ser mucho más saciantes», indica Ana Colomer.
«Si hablamos de su sabor, la picota es más dulce y, por tanto, menos ácida. Eso sí, al masticarlas son más crujientes», concluye la experta de Núkula.
Beneficios de las picotas y cerezas
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Antioxidantes.
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Ayudan a regular el transito intestinal gracias a su alto contenido en fibra y agua.
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Favorecen la regulación de la contracción muscular y el ritmo cardiaco al contener bastantes miligramos de potasio.
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Por su alto contenido en potasio son recomendables tras el ejercicio o tras la realización de un esfuerzo intenso.
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El alto contenido en hidratos de carbono simple nos puede ayudar a mantener el equilibrio hidrolítico que puede verse afectado tras vómitos o diarreas.
A nivel nutricional, y teniendo en cuenta que no hay muchos estudios que revelen diferencias significativas, ya que, al fin y al cabo estamos hablando del mismo fruto, las cerezas, por lo general, presentan un alto contenido en agua como todas las frutas (en torno al 85%). En el caso de las picotas, al tener menos pulpa y ser más crujientes y carnosas, tienen menos agua. «Las cerezas son nutricionalmente muy interesantes puesto que presentan una elevada cantidad de vitamina A, E y C. Respecto a los minerales contiene potasio , calcio y fósforo», revela Marta Moreno.
Estas frutas son una estupenda idea de merienda junto con un yogur. Además, el hecho de ser tan crujientes contribuye a regular la saciedad y sentirte lleno con mayor facilidad.
Si en un momento dado no te apetece tomar cerezas o picotas como pieza única, siempre podrás incluirlas en ricas recetas como estas:
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1
Helado de cerezas y dátiles
- 500 gramos de cerezas
- 6 dátiles
- 4 yogures griegos naturales
- Un poco de leche vegetal
Para empezar, metemos los dátiles en un cazo al fuego cubiertos de leche vegetal y los dejamos hervir unos minutos hasta que queden bien blandos.
Mientras lavamos y deshuesamos las cerezas, que después podremos colocar en un recipiente junto con los dos yogures griegos naturales.
Una vez tenemos los dátiles blandos, ya los podemos triturar y añadir al recipiente con el resto de ingredientes (cerezas y yogures) y lo volvemos a triturar todo. Cuando lo tenemos listo, añadimos la mezcla en un recipiente adecuado y lo metemos al congelador. Lo sacamos unos 5 minutitos antes de servir.
2
Tortitas de cerezas y cacao
- 2 huevos
- Medio plátano maduro
- 2 cucharadas de queso batido (o yogur griego)
- 60 gramos de copos o harina de avena
- 1 cucharada de cacao 100% en polvo
- 1 cucharada de levadura en polvo
- Una pizca de sal
Batimos todos los ingredientes a máxima potencia durante 1 minuto hasta que quede una masa homogénea. Calentamos una sartén antiadherente con unas gotas de AOVE.
A fuego medio, cocinamos las tortitas. Cuando empiecen a burbujear les damos la vuelta (aproximadamente un minuto y medio por lado). Servimos una encima de la otra y añadimos un par de cucharadas de queso batido o yogur griego y unas cerezas partidas.
3
Tarta de cerezas
Base :
- 50 gramos de almendra cruda con piel
- 15 gramos de mantequilla
- 2 dátiles deshuesados
Triturar primero las almendras, hasta conseguir textura de sal gorda, añadir el resto de ingredientes y terminar de triturar. (Añadir canela opcional).
Relleno :
- 120 gramos de queso batido
- 20 gramos de rulo de cabra
- 10 gramos de harina de coco
Triturar hasta conseguir consistencia al gusto. La harina de coco tiene superpoderes para la absorción de líquido, así que cuidadín con pasarse, que luego queda para cimentar edificios.
Cobertura :
- 100 gramos de cerezas
- 1/3 de lima
- 30 ml de agua
Cortar en cuartos las cerezas, retirar. Poner el agua con la lima exprimida en un cazo a hervir con las partes de las cerezas y huesos (los trozos feos) que nos han sobrado de cortar en cuartos. Reducir hasta conseguir un jugo delicioso. Montar todo y enfriar media hora o tomar caliente, de las dos formas está... Bueno, no hace falta que os lo cuente.
4
Mermelada de fresa y cereza
- 300 gramos de fresas congeladas
- 300 gramos de cerezas congeladas
- 1 cucharadita de agar-agar
Cocinamos la fruta congelada en un cazo a fuego medio.
Cuando empiece a deshacerse añadimos una cucharadita de agar-agar, removemos bien y lo apartamos del fuego.
Lo trituramos con una batidora de mano hasta que quede la textura que deseemos. Dejamos enfriar en un bote de cristal, ¡y listo!
5
Bizcocho de avena y cerezas
- Un plato de cerezas
- 5 claras o 3 huevos
- 250 gramos de queso ricotta
- Un vaso y medio de copos de avena suaves
- Endulzante (dátiles...). Cuanto menos, ¡mejor!
- Canela en polvo
El queso ricotta podéis sustituirlo por requesón, queso de untar, queso cottage, queso fresco batido, yogur griego natural... o simplemente no ponerlo.
Precalentar el horno a 180° con calor arriba-abajo. Batir todos los ingredientes menos las cerezas durante 2-3 min, hasta que la mezcla se vea homogénea.
Lavar y deshuesar las cerezas, trocearlas, añadir unas cuantas dentro de la mezcla y remover bien. Forrar el molde con un papel de horno previamente humedecido para que se adapte bien a las paredes y no se formen arrugas.
Volcar la mezcla del bizcocho en el molde y añadir las cerezas deshuesadas restantes por encima. Hornear durante 35min a 180°, pasado el tiempo introducir un palillo para comprobar que sale limpio y que está bien cocinado.