Nutrición
Carlos Ríos: «No estamos biológicamente adaptados para comer ultraprocesados»
El nutricionista, creador del «realfooding» habla sobre la relación entre unos hábitos de alimentación saludables y el cuidado del medioambiente
Hablamos constantemente de comer más sano: queremos desterrar los alimentos ultraprocesados de nuestra dieta, nos preocupamos de comprar frutas y verduras e intentamos movernos para evitar sedentarismo. Pero, todos nuestros esfuerzos en comer mejor tienen un centro, «nosotros», cuando, una alimentación saludable influye mucho más allá.
Dentro de la campaña #TendenciaAlCambio, promovida por la plataforma de vídeos YouTube, el nutricionista Carlos Ríos , conocido por ser la cabeza del movimiento «Realfooder», que aboga siempre por el consumo de «comida real» frente a los ultraprocesados, habla sobre la relación de la comida saludable y la sostenibilidad . Y es que, centrar nuestra alimentación en el «realfooding» no solo ayuda a nuestra salud, también ayuda al cuidado de nuestro planeta.
«Hemos perdido la dieta mediterránea porque ahora mismo nuestra alimentación ha sido capturada por los alimentos ultraprocesados», explica el nutricionista. De esta manera, explica Carlos Ríos que la democratización de la alimentación por parte este tipo de alimentos ha hecho que en todas partes sigamos la misma alimentación, perdiendo de esta manera la dieta autóctona del lugar en el que vivimos.
Es a través de la consecución de esta dieta propia de nuestro país, en este caso la mediterránea, la manera en la que cuidamos el planeta. «Por ejemplo mi abuela no tenía una conciencia de sostenibilidad, pero sin darse cuenta tenía una dieta sostenible: compraba en los mercados, comía alimentos de temporada y compraba alimentos de un círculo local», relata Ríos.
Virtudes de la dieta mediterránea
En el caso de la dieta mediterránea, el nutricionista explica que no tiene porqué ser mejor que otras, por ejemplo la dieta nórdica, pero en este caso, al ser «la nuestra» y ser muy saludable –se basa en frutas y verduras, legumbres y productos como el aceite de oliva– es nuestra mejor opción. «Antes comíamos lo que la tierra nos regalaba, y ahora hemos perdido eso: consumimos en general alimentos que se fabrican en cualquier parte del mundo y se distribuyen por todos los lugares», dice.
Aun así, asegura que no querer perpetuar la «romántica» idea de que lo tradicional es lo mejor, pero apunta que, durante «miles de años» hemos comido lo que nos ha dado nuestro medio, y ha resultado ser una alimentación saludable.
Hoy en día vivimos en un planeta globalizado en el que, el aumento de la población y nuestra situación no permitiría volver al modelo de alimentación de hace, por ejemplo, 100 años. Destaca Carlos Ríos, que actualmente tenemos «una agricultura muy eficiente», pero aun así debemos esforzarnos por no olvidar nuestro pasado y sustituir la «comida real» por alimentos procesados, «que biológicamente nuestro cuerpo no está adaptado para ellos» Por ello, recomienda consumir productos de origen vegetal a diario y de origen animal de manera más semanal: los dulces –especifica que caseros– los recomienda para ocasiones especiales.
Cómo hacer una compra sostenible
Si no podemos ir a un mercado, el nutricionista asegura que es posible hacer una compra sostenible en el supermercado . «Es importante que tengamos en mente la idea de sostenibilidad al ir a hacer la compra: mirar bien las etiquetas y elegir los productos locales y de temporada». A la pregunta de si es más caro llevar una «alimentación real», Ríos pide eliminar esa idea: «Comprar patatas, zanahorias o legumbres no es caro». «Si por ejemplo como quinoa todos los días, claro que es más cara que el arroz, pero podemos dejarla para momentos ocasionales y comer otro tipo de legumbre», añade. Asimismo, advierte que los ultraprocesados, debido a los aditivos, son muy palatables, lo que hace que nos generen adicción. «Son productos que muchas veces nada más abrir ya puedes consumir: esto hace que hagamos un consumo inconsciente de ellos», dice. También avisa que estos productos no nos dejan saciados, por lo que nos incitan a comer más y, por tanto, a gastar más.
«Sostenibilidad y salud están alineados, y hemos empezado a perder esa relación. Es importante retomar la tradición», concluye.
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