Nutrición
Los alimentos que más duran que siempre debes tener en la despensa
Sin contar con todo tipo de comida que podemos tener en el congelador, consumir alimentos de larga duración si llegara otra pandemia o un gran apagón es la mejor opción
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Ya estarás al tanto del rumor que corre por Europa: un futuro apagón podría dejarnos aislados durante varios días. Teniendo encuenta que venimos de una pandemia que nos mantuvo en casa alrededor de tres meses ininterrumpidos, un apagón no debería darnos miedo, ¿no? Sin embargo, ya hay quien está llenando poquito a poco su despensa, por lo que pueda pasar.
En caso de desastre natural que nos impida salir de casa o en caso de apagón eléctrico, debemos tener un mínimo de comida guardada en la despensa. Eso sí, es clave no empezar a acumular comida en exceso para no crear nosotros mismos un desabastecimiento en las tiendas, cual profecía auto cumplida. La comida que tienes guardada en casa le puede hacer falta a otra persona.
Dado que durante una emergencia no comeríamos bien y habría pérdidas nutricionales, la dietista-nutricionista María Sanchidrián ( @sanatecomiendo ) alenta a que recordemos que lo imprescindible para consumir son verduras y una cantidad suficiente de proteína al día (legumbres, carne, pescado, huevos o leche ). «Cuenta con que, si guardas esa comida y no viene la Hecatombe, tendrás que comértela igualmente, e ir rotándola para tener siempre una parte guardada por precaución. Ten en cuenta que la comida en conserva es menos nutritiva que la comida fresca. Además, comprar conservas y alimentos deshidratados no es barato», alerta la experta.
Con qué llenar la despensa
Un apagón total en España es casi imposible, pero si ese fuera el caso, al no poder cocinar, nos quedamos con las conservas y la comida fría. Así que, sin contar con todo tipo de comida que podemos tener en el congelador, podemos consumir alimentos de larga duración:
Frutas y verduras :
Tal como recomienda María Sanchidrián, nuestra despensa debe disponer de conservas de verdura (espinacas, acelgas, puerro, guisantes, col fermentada, pisto...) y fruta en su jugo o almíbar. «No estaría de más tener un suplemento de vitamina C y de vitamina B9 ( ácido fólico ) que son propias de la fruta y la verdura frescas, para evitar deficiencias».
Fuente de proteínas
Esto es, entre otros, potaje de legumbres en lata, legumbres en bote ( garbanzos , lentejas , alubias o altramuces) y mejillones , berberechos o almejas en lata.
Carne y pescado en conserva : «Revisa los ingredientes para que sea del mayor porcentaje posible de carne y pescado. Evita los palitos de cangrejo y las 'gulas', ni son cangrejo ni son gulas de verdad sino productos de baja calidad. Evita también las salchichas y la carne procesada y recuerda que, tarde o temprano, consumirás estos alimentos», explica María Sanchidrián.
Leche en polvo entera . tomar leche desnatada no está justificado desde un punto de vista de salud y, además, queremos las calorías de la nata.
Huevo en polvo : Tal como cuenta María Sanchidrián, se pueden comprar sacos de huevo entero en polvo: se le echa agua y se cocina como si fuera huevo batido para hacer tortillas o revueltos. «Pierde mucho sabor pero es nutritivo, y con hierbas aromáticas, ajo o curry no está mal. Si no hay forma de cocinar, se puede incluir a batidos », expone.
«Comer estos alimentos fríos y sin cocinar no es muy alentador, pero se trata de supervivencia. Las hierbas aromáticas, las especias, el aceite de oliva virgen extra y el ajo mejoran cualquier plato y se pueden hacer hornillos improvisados con aceite usado, pero no duran muchos días. Para quien tenga terraza o balcón soleado, puede ser interesante tener un horno solar casero (hay vídeos tutoriales en Youtube) y así poder cocer agua y alimentos», señala la nutricionista.
Fuente de carbohidratos
Como por ejemplo el puré de patatas deshidratado, la fruta deshidratada o los cereales. En cuanto a estos últimos, María Sanchidrián dice que deben ser integrales para mantener el máximo de nutrientes. «Sacaremos los cereales de su envase y los pondremos en tarros de cristal o en botellas de plástico y sacaremos el oxígeno con el truco del algodón impregnado en alcohol. Las galletas integrales y las barritas de cereales caseras guardadas al vacío también son buena opción de supervivencia».
En cuanto a la pasta , si no tienes para cocinarla, se puede comer la pasta dejándola hidratar durante unas horas hasta que esté blanda.
Fuente de grasa
Aquí donde se encuentra el aceite de oliva virgen extra, las aceitunas o los frutos secos con cáscara: «Las personas veganas tendrán que guardar más semillas y frutos secos . Es mejor no abrir sus paquetes para no perder la atmósfera protectora con la que vienen, y si notas que el paquete no contiene atmósfera protectora (aunque lo indique en el paquete puede que se haya escapado), sácalos y guárdalos al vacío», recomienda.
Por tanto, si racionamos la comida tendremos para más tiempo. Al reducir la ingesta, el cuerpo bajará el metabolismo para ahorrar calorías, ya que si algo sabe hacer el cuerpo humano es ahorrar energía. «Hacer ayunos intermitentes también puede ser interesante para comer menos sin perder masa muscular», asegura la experta, y recuerda que lo primero que entra a tu despensa o nevera es lo primero que debe salir.
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