Entrevista
«Agua con limón en ayunas para adelgazar o creer que mezclar lechuga y tomate engorda son mitos falsos»
Ángela Moreno, dietista-nutricionista, tecnóloga de alimentos e investigadora, revela cómo combatir la desinformación en torno a la nutrición durante el confinamiento por el coronavirus
Aunque de pequeña odiaba las verduras «con toda su alma» y quería ser veterinaria, Ángela Moreno acabó estudiando nutrición. Hoy es dietista-nutricionista y licenciada en Tecnología de los Alimentos, pero confiesa que la carrera no le despertó una auténtica «vocación» o afán «investigador» sino que fue el contacto con sus primeros pacientes lo que le abrió los ojos a la necesidad de actualizarse a diario para afrontar con éxito cada caso.
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Lo que más le gusta de su trabajo, que ejerce desde hace ocho años, es ser testigo de los cambios del paciente en cada revisión, pero no solo en el aspecto físico, sino también en su relación con la comida . «Les empieza a picar el gusanillo de aprender a comer saludable , hacen mejores elecciones alimentarias y se paran a leer y a entender las etiquetas de lo que compran», explica.
En el caso de los que acuden con patologías específicas (está especializada en patologías digestivas y el 70% de sus pacientes tienen este tipo de problemas), lo más gratificante es comprobar que desaparecen los síntomas que mermaban o limitaban su calidad de vida.
Actualmente divide su actividad entre la clínica privada (presencial y online) y la investigación en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos «José Mataix Verdú» de la Universidad de Granada, donde participa en la revisión y actualización de la Base de Datos de Composición de Alimentos Española . Además, asesora a empresas dedicadas a la restauración para intentar que sus menús y/o ofertas gastronómicas sean lo más saludables posible.
Hablamos con Ángela Moreno en un contexto muy particular, el del actual confinamiento en casa de la población debido a la amenaza del Covid-19 , en el que es más necesario que nunca separar el grano de la paja con respecto a la información nutricional.
¿Cuáles son los falsos mitos más extendidos en torno a la nutrición
Creo que terminaríamos antes si contásemos las verdades que los mitos falsos… Por desgracia esta rama de la medicina es relativamente joven y esto ha dado pie a que haya un intrusismo enorme, por lo que personas sin formación específica en nutrición se han dedicado durante décadas a suplir nuestra función. A día de hoy se está poniendo más en alza la opinión de un dietista-nutricionista (DN) en temas relacionados con la nutrición (¡menos mal!), pero no es poco frecuente encontrar al famoso de turno hablando de dietas milagro en medios de comunicación o a profesionales sanitarios de otras especialidades dando consejos de nutrición obsoletos y sin base científica .
Si me preguntas por los más sonados te diría el agua con limón en ayunas , los huevos y que estos suban el colesterol , que la leche sea mala para la salud, que la mezcla de ciertos alimentos engorda (ejemplo lechuga y tomate) o que los carbohidratos (así, en general) sean «el mal»… En fin, como ves la lista es larga y podría seguir así durante horas, pero no lo haré por mi salud mental.
¿Y en torno a las dietas?
El hecho de muchas personas hayan pasado por unos cuantos sitios (principalmente centros que venden productos y dan «dietas de cajón») antes de acudir a la consulta de un dietista-nutricionista hace que vengan con muchas ideas preconcebidas de cómo debería ser la dieta (que si tal alimento engorda, que si otro tiene mucho azúcar, que si beber agua durante las comidas no es bueno, etc.). Por lo tanto, es en este momento cuando toca sacar la artillería pesada de todas las infografías que tengo en consulta sobre mitos en nutrición y empezar a ayudarles a «resetear» todos estos dogmas infundados
Si lo que quieren es perder peso, ¿por dónde se aconseja empezar?
Lo primerísimo y básico es tener una despensa en condiciones. De nada servirá si tenemos una dieta perfecta pero luego a la hora de preparar las comidas la mayoría de los alimentos son de baja calidad o nos invitan al picoteo descontrolado de media tarde…
Para ello entre la primera y la segunda consulta (mientras le elaboro la dieta individualizada) les aporto unos documentos para que puedan ir acondicionando su despensa con alimentos de calidad y así «comenzar la casa por los cimientos». Pero en general, la consigna es... Ya sabes, si no quieres comer algo, ¡no lo compres!
Entonces, ¿qué consejos das en torno a la lista de la compra y a las técnicas culinarias más saludables?
Les ayudo a identificar los alimentos más interesantes a nivel nutricional dentro de cada grupo, además de proponerles alternativas saludables a lo que estuvieran consumiendo previamente.
La cuestión en todo esto siempre será cambiar un alimento por otro, no prohibir ningún alimento. Por ejemplo, si eran consumidores diarios de cereales de desayuno, se les anima a cambiarlos por copos de avena , o si acostumbran a tener por casa mix de frutos secos salados y/o frutos, se les recomienda cambiar por la versión al natural de los frutos secos . Lo importante de todas formas será siempre ir haciendo pactos con ellos. Si el hecho de permitir 1 día (de los 7 que acostumbraban) que desayunen unas galletas hace que aumente su adherencia a desayunar los 6 días restantes un bol de copos de avena o una tostada integral con queso fresco, me parece un avance positivo. Ya habrá tiempo más delante de seguir haciendo cambios poco a poco.
¿Por qué crees que nos resistimos a comer de forma saludable?
Aquí creo que seré escueta: la desinformación . Hasta hace poco se priorizaba en los medios de comunicación las entrevistas a famosos y a otras personas sin formación alguna (o muy somera) y, claro, así es normal que se propagasen mitos constantemente.
Para adelgazar, ¿es más importante cuidar la alimentación o hacer ejercicio?
Creo que ambas son importantísimas. Dependiendo del profesional al que preguntes te dirá que una u otra es prioritaria pero después de estos años en consulta te diré que no hay punto de comparación entre las personas que acompañan el cambio de hábitos con actividad física y las que no hacen apenas ejercicio en su día a día.
¿Qué señales que indican que debemos cambiar nuestros hábitos alimenticios?
Cansancio crónico, aumento de grasa visceral (la que se concentra en el abdomen), problemas digestivos, dolor de articulaciones, problemas cutáneos… Al final la alimentación juega un papel central en la salud y toda desviación de la misma puede tener relación en mayor o menor medida con nuestros hábitos dietéticos.
¿Han aumentado en los últimos años las alergias y las intolerancias alimenticias?
Muchísimo. Además de los pacientes que ya llegan diagnosticados, no es raro encontrar en consulta a personas que refieren, cuando le estoy elaborando el historial clínico, problemas digestivos que encajan con el perfil de posibles alergias e intolerancias alimentarias .
Las causas de este incremento, como sucede con la obesidad , son multifactoriales , es decir, es imposible atribuirlo a un factor concreto. La alimentación occidental tiene una gran parte de culpa (exceso de harinas refinadas y azúcares añadidos, consumo elevado de ultraprocesados, baja ingesta de frutas y verduras, etc.), aunque tampoco ayuda el estilo de vida actual (estrés crónico, tabaquismo, ingesta elevada de alcohol, sedentarismo…). Todo esto hace que antes o después la integridad de nuestra mucosa intestinal se vea resentida y a largo plazo una de sus repercusiones sea la aparición de alergias e intolerancias.