Mireia no tiene techo
No todo es fútbol. El deporte español ha vivido otro buen año, con éxitos importantes en numerosas modalidades como el tenis -con Rafael Nadal de vuelta al número uno en un año prodigioso-, motociclismo -con Viñales, Espargaró y Márquez como campeones en las tres categorías del Mundial-, el balonmano, la natación o el ciclismo. Pero la crisis económica ha dejado heridas de muerte a muchas de esas disciplinas de resultados admirables y ha sido uno de los lastres que dejaron a Madrid sin los Juegos Olímpicos de 2020 en la elección de septiembre en Buenos Aires.
El peor de los ejemplos lo protagoniza el balonmano, con una selección campeona y unos clubes (los que aún se mantienen vivos) al límite del colapso en una competición menor, con el Barça demostrando que es inmensamente superior al resto. Comenzó el año con uno de los triunfos más rutilantes para España en 2013, ejerciendo de anfitrión en un Mundial modélico en la organización y que acabó con el título en una final espectacular en la que se apabulló a Dinamarca (35-19), logrando su segundo oro tras el alcanzado en Túnez en 2005.
Mientras, la Liga vivió la desaparición definitiva del Atlético de Madrid, heredero del Ciudad Real, que no logró sacar adelante un proyecto deportivo de garantías en verano tras cerrar la campaña anterior con la Copa del Rey y el subcampeonato liguero. Con este panorama y con sus rivales con serios problemas para cerrar sus presupuestos, el Barcelona campa a sus anchas por la competición, y acaba el año con una primera vuelta inmaculada y pensando en sumar una Liga de Campeones que se le fue en la final de la campaña anterior en la prórroga ante el Hamburgo. Los culés han sido los únicos capaces de mantener a sus hombres dentro de la fuga de talentos locales sufrida por el torneo patrio para asegurarse contratos garantizados.
Similar oscuro panorama vive la competición femenina. Además, las 'Guerreras' no tuvieron suerte en el reciente Mundial, en el que cayeron en octavos, lejos del bronce logrado en 2011.
Drama ciclista
El ciclismo ha vivido la caída del mito Armstrong y de la red de dopaje que encabezaba y que está considerada como la más sofisticada de la historia del deporte y en España se echó el cuestionado cierre al juicio de la Operación Puerto. Pero el ciclismo en nuestro país va más allá del dopaje. Esta temporada no ha hecho más que constatar que está sumido en un ocaso irreparable que ha hecho que sólo queden para 2014 dos equipos profesionales frente a los nueve de 2006, y con el Movistar como único representante en primera categoría. La mayor de las tristezas viene del abandono del Euskaltel Euskadi después de veinte años formando parte del pelotón y de las dificultades de ciclistas contrastados para encontrar acomodo en algún destino. Y eso que, en cuanto a resultados, no hay queja posible, pese a que no se ganó ninguna de las tres grandes rondas por etapas, al liderar todas las listas de la UCI: 'Purito' Rodríguez encabezó la clasificación mundial de ciclistas, Movistar la de equipos y España la de países.
El Giro de Italia fue para un contundente Vincenzo Nibali. El británico de origen keniata Chris Froome se llevó el Tour de Francia de manera impecable ante Nairo Quintana, la gran revelación de la temporada, y con un decepcionante Alberto Contador, cuarto tras 'Purito'. En la Vuelta, el 'abuelo' Chris Horner dominó la prueba a 42 años. Su equipo quiso eliminar cualquier atisbo de sospecha publicando rápidamente su pasaporte biológico. En el Mundial de ruta de Toscana, el portugués Rui Costa se aprovechó del polémico mal entendimiento entre Rodríguez y Alejandro Valverde para colocarse el maillot arcoíris.
Esperando el Mundial
El baloncesto se acerca a la situación del balonmano, pero sin un dramatismo tan extremo. La Liga ACB se ha convertido casi en un torneo cerrado en el que las condiciones económicas exigidas a aquellos que logran el ascenso desde la LEB Oro sean tan duras que resulta prácticamente imposible certificar la plaza en los despachos y permiten disfrutar de otra oportunidad a los descendidos. Pero la bicefalia Madrid-Barça es cada vez más evidente por su poderío ante una mayoría de carteras prácticamente vacías. Los blancos sumaron una nueva Liga seis años después y retornó a la élite del Viejo Continente al alcanzar la final de la Euroliga, en la que el Olympiacos renovó su título tras una fantástica remontada. La inmaculada trayectoria en esta campaña le vuelve a colocar entre los grandes favoritos para suceder a los griegos dentro de unos meses.
La selección, por su parte, perdió su condición de campeona de Europa en Eslovenia, con un equipo en el que faltaban Pau Gasol, Navarro, Ibaka, Mirotic y Reyes, y con el novato Orenga en el banquillo, se llevó el bronce. En 2014, el Mundial se celebrará en España y se espera contar con todos los grandes nombres de la 'generación del 80' en el que parece que será su último servicio a 'La Roja'.
En diciembre, se despidió la jugadora más importante de la historia del baloncesto nacional. Amaya Valdemoro oficializó su retirada después de levantar en verano el trofeo de campeona de Europa con la selección, de la que se retira con el récord de internacionalidades (258).
Beitia, inagotable
El atletismo también sigue de capa caída, aunque en el Mundial de Moscú Ruth Beitia y Miguel Ángel López pusieron algo de luz en un futuro poco claro. El marchador y la veterana saltadora de altura, a la que los buenos resultados le 'impiden' retirarse, se colgaron unos valiosos bronces en un campeonato en el que reinaron el dios Bolt y su compatriota Shelly-Ann Frazer. El saltador Eusebio Cáceres, el joven más prometedor, se quedó en un amargo cuarto puesto con un salto de 8,26 metros.