![Bárcenas reactiva el 'caso Gürtel'](/RC/201312/16/Media/luis-barcenas--647x325.jpg)
Cuatro años después de que el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón destapara el 'caso Gürtel', la trama de corrupción que afecta a excargos del PP, la investigación judicial sigue más viva que nunca tras muchos vaivenes judiciales y políticos. Este año ha sido el de la irrupción del extesorero popular Luis Bárcenas en la causa y su ingreso en prisión el pasado 27 de junio.
Pese a que Bárcenas ya estaba imputado por varios delitos en la pieza principal de Gürtel, la aparición de su fortuna en Suiza, y la publicación de sus papeles secretos sobre la supuesta contabilidad B del PP, han vuelto a colocar este macrosumario en la primera escena política y mediática.
El 18 de enero, el juez Pablo Ruz destapó en un auto que el extesorero popular, que por esas fechas aún estaba a sueldo del partido, llegó a amasar una fortuna de más de 22 millones de euros mientras fue gerente, primero, y luego tesorero del PP. Es decir, desde que comenzó a trabajar en el edificio de la calle Génova 13 de Nadrid a la sombra de Álvaro Lapuerta, el guardián de las cuentas populares, a principios de los noventa.
El instructor de la Audiencia Nacional abrió entonces una pieza separada del sumario de Gürtel para aclarar el origen de la fortuna. Imputó por delitos económicos a Bárcenas, a su mujer Rosalía Iglesias, al supuesto testaferro de ambos, Iván Yánez y, meses después, a Ángel Sanchis, extesorero de Alianza Popular, por ayudar a blanquear el botín del extesorero.
El propio Bárcenas declaró ante el juez el 25 de febrero que llegó a tener 38 millones en bancos suizos gracias a su "buen hacer" en los negocios bursátiles, inmobiliarios y la compraventa de obras de arte.
Prisión y cambio de estrategia
Fue, precisamente, la compraventa simulada a una galerista argentina lo que abrió la puerta de la cárcel de Soto del Real a Bárcenas. Era 27 de junio y desde entonces la estrategia del imputado ha dado un giro radical. Pasó a colaborar con el juez en la pieza de la supuesta contabilidad secreta del PP. Una investigación que ha removido los cimientos de Génova 13 y que ha dejado tocado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Por la Audiencia Nacional pasaron en agosto como testigos tres secretarios generales del PP, María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos. Han sido imputados una veintena de empresarios, los extesoreros Bárcenas y Lapuerta y el exgerente Cristóbal Páez. Y cuando el PP daba por archivada la causa, ayudada por el inmovilismo del fiscal Antonio Romeral, el juez Ruz redactó un auto el 22 de noviembre en el que hablaba de la existencia en de una corriente de pagos en B "continua en el tiempo".