España avanza por el camino de una sociedad dual, injusta y cada vez más desigual. La brecha entre ricos y pobres sigue ensanchándose y dejando una clase media menguante y en el desamparo. La política de recortes ha hecho que desde 2008 el número de pobres aumente a razón de 500.000 personas por año.
Según los estudios de Cáritas, tres millones de personas malviven con 307 euros al mes e integran las filas de la pobreza extrema. Este 2013 que acaba atrás deja un panorama sombrío: un 21,1% de pobres, lo que en términos globales significa 10,5 millones de españoles.
De acuerdo con el Consejo de Europa, que ha expresado su inquietud por el altísimo nivel de endeudamiento de los españoles y por las cifras exorbitantes de paro que se registra en España, la pobreza infantil alcanza proporciones intolerables, del 30,6%. A esta situación se ha llegado, según la institución, por culpa de unos presupuestos restrictivos en materia social, especialmente en sanidad y educación, y de una reducción de las prestaciones familiares. Así las cosas, campa a sus anchas la malnutrición infantil, que trepa ya un 25% de los menores de 16 años.
La crisis se ceba no solo en los más pequeños. Cruz Roja se ha percatado de que las dificultades están devastando a la población mayor. No en balde, el 20,4% de los mayores atendidos por la organización sufren privaciones materiales, sobre todo las mujeres. Por añadidura, el 33% de los asistidos no pueden poner la calefacción en invierno. Este dato es relevante, pues los jubilados, gracias a su pensión, se han convertido en el sostén de muchas familias e hijos que vuelven al hogar, a pesar de que este modelo empieza a dar síntoma de agotamiento. La entidad da fe de que un 33% de los mayores a los que ha procurado ayuda ha tenido que procurar asistencia económica a sus familiares.
Las mujeres siguen siendo el rostro visible de un proceso de empobrecimiento rampante. Las penurias afectan sobre todo a las que soportan cargas familiares en soledad. Otros grupos vulnerables los constituyen los inmigrantes, las personas sin estudios primarios y los ‘sin techo’.
Pese a los planes del Gobierno, los requisitos para acceder a los servicios públicos se han endurecido y las prestaciones se quedan cortas. Cáritas denuncia que el subsidio por desempleo, la renta básica o las ayudas de emergencia "no alcanzan a más de dos tercios de las personas en situación de pobreza y exclusión".
El Gobierno de Rajoy promete ahora invertir 93 millones de euros al día para atender a la población más vulnerable, mientras el PSOE tacha la iniciativa de “insuficiente” y asegura que “llega tarde”.