«Todavía se puede controlar el brote del coronavirus con la colaboración de los ciudadanos»
Dos especialistas del SAS transmiten un mensaje de optimismo en el sistema sanitario español para detener el contagio
Si quiere detener la propagación del coronavirus, lávese las manos después de leer este artículo , sobre todo si se trata de un teclado o una pantalla de dispositivo móvil compartido. Y si quiere detener la propagación de los virus virtuales en torno a la nueva enfermedad, lo mejor sería hacer caso de los médicos especialistas y olvidarse de tanto bulo como circula por la red.
El mejor remedio para detener el pánico en torno al contagio de la enfermedad por coronavirus Covid-19 está en la información rigurosa, pero la estrategia de contención más poderosa en la actualidad pasa por lavarse las manos, mantener una prudente distancia de seguridad y evitar ponerse en riesgo de contagio . Las mascarillas, sobre las que se ha disparado una histeria colectiva, no son necesarias en absoluto para la población en general y sólo si existe infección está recomendado su uso.
ABC ha conversado con dos especialistas de la sanidad andaluza para deshacer algunas de las falsas percepciones que tiene la ciudadanía: Antonia Gasch Illescas es médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del SAS y se faja cada año contra la propagación de virus; por su parte, Jesús Rodríguez-Baño es jefe de servicio de Infecciosos en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.
Ambos insisten en transmitir un mensaje de tranquilidad en los antípodas del pánico desatado estos días. Teñido de un optimismo sin alharacas, su discurso pretende llevar esperanza a una población alarmada sin motivo: «Todavía se puede controlar el brote con la colaboración de la población» , señala la médico Gasch Illescas. «Estamos a tiempo de controlar la transmisión», sostiene el doctor Rodríguez-Baño.
Si se consigue detener los contagios, será posible erradicar la enfermedad como sucedió hace casi veinte años con el SARS , que ya no circula en ningún país del mundo, después de dejar tras de sí un porcentaje de muertes del 30% sobre el total de contagiados . La mortalidad del brote actual no sobrepasa el 3% en la provincia china de Hubei, donde está el foco de la infección.
Incertidumbre por su evolución
Entonces, ¿por qué la alarma? Los especialistas tienen claro que es la incertidumbre la que causa la alerta . La incertidumbre proviene de la novedad en dos sentidos: primero, nuestro sistema inmunitario no está hecho a tratar con este virus como sí lo está –aunque no la padezcamos todos los años– con el de la gripe común; y, por otro lado, los especialistas (microbiólogos, virólogos o epidemiólogos) no saben cómo va a evolucionar el virus . «Lo normal es que vaya haciéndose menos virulento y no más ; por pandemias previas podemos vislumbrar que el virus se amolda y se hace estacional como el de la gripe», sostiene Rodríguez-Baño .
El calor, un aliado
Antonia Gasch señala un aliado en el clima de Andalucía: «Desde luego, va a ayudar mucho la temperatura, no se espera que vaya a vivir el coronavirus con el calor del verano, pero eso es lo que prevemos». El comportamiento del Covid-19 sería pues parecido al de la gripe. Pero eso es lo que se espera que haga, no necesariamente lo que va a hacer el virus
«Coronavirus hay muchos, este no va a ser el último que salte de los animales a los humanos, seguro que a éste le seguirán otros , pero todavía estamos a tiempo de erradicarlo si no cometemos errores», defiende con conocimiento de causa.
Entre esos errores, el del acaparamiento de las mascarillas le parece de libro: « No es necesario usarlas si se está sano para ir por la calle ; cuando se diagnostica la infección, basta con usar las quirúrgicas para evitar que las gotitas de saliva infecten a otras personas. Mucho más efectivo resulta lavarse las manos porque continuamente estamos tocando objetos que compartimos y pueden estar contaminados», subraya la doctora Gasch.
El jefe del servicio de Infecciosos aporta también otra prevención específica para el tiempo de besamanos y besapiés de imágenes devocionales en plena Cuaresma: «Está recomendado cada año para evitar la transmisión de la gripe común, por ejemplo, que se adopten medidas de precaución que no implique el riesgo de contagio con la saliva de otras personas».
Mensajes contradictorios
No oculta, sin embargo, que la población recibe de continuo mensajes contradictorios: por qué en China está penado con cárcel salir a la calle sin mascarilla y aquí se desaconseja o por qué Venecia ha suspendido sus carnavales o Arabia Saudí ha cerrado las fronteras a los peregrinos de La Meca y nosotros no nos planteamos hacer lo mismo con las bullas de Semana Santa.
« No hay una regulación genérica o universal de la Organización Mundial de la Salud, sino recomendaciones que luego cada país puede aumentar en función de su situación epidemiológica», reconoce la doctora Gasch para explicar las diferencias de estrategias entre Estados, pero también entre autonomías dentro de España o incluso entre empresas ante la presión de sus empleados.
«La propagación del nuevo coronavirus es un fenómeno de la globalización ; cuando estalló el SARS no había redes sociales, eso lo cambia todo porque de repente la población tiene acceso a una información que no se sabe de dónde viene», explica antes de insistir en la ayuda de todos: « No acudir a Urgencias ni al centro de salud de manera innecesaria porque además de saturarlas y bloquearlas, pueden contagiar o contagiarse; lo que hay que hacer es quedarse en casa siguiendo las recomendaciones que nos den en el teléfono 112 ».
«El objetivo de controlar el coronavirus y aislarlo es porque tiene una capacidad de transmisión más alta que la de la gripe común », señala con datos en la mano para desmontar mitos. En la última semana, la tasa de contagio de la gripe común en Andalucía fue de 56 casos por 100.000 habitantes. Cada griposo contagia entre 1,4 y 1,6 personas, según el registro histórico de las pandemias de esta enfermedad. Para la Covid-19, el índice de reproducción está entre 1,4 y 2,5 personas por cada infectado. De ahí la necesidad de atajar los nuevos contagios y de investigar los que se producen hasta dar con el paciente cero.
Ahora bien, se calcula que en torno a un 20% de contagios se producen a partir de individuos asintomáticos que no sospechan de padecer la enfermedad.
Sistema sanitario robusto
«Estamos ocupados, pero no preocupados », resume el jefe de Infecciosos del hospital Macarena, Jesús Rodríguez-Baño. «Los ciudadanos tienen que saber que contamos con un sistema de vigilancia muy robusto y muy sensible para detectar precozmente y controlar la transmisión del virus», aporta desde su experiencia la doctora Gasch.
Incluso ve algunas lecciones que la ciudadanía aprenderá de esta crisis por el coronavirus SARS-Covid-2, que tal es su nombre científico: « Seguro que la gente va a aprender a usar correctamente las mascarillas después de esto . Sólo con que la población con síntomas de infección respiratoria usara de las mascarillas quirúrgicas cuando acude a consulta a su centro de salud o a Urgencias, ya estaríamos eliminando muchos contagios entre la población».
Ambos especialistas culminan sus recomendaciones desdramatizando la gravedad de los casos: «En fin, la vida misma», dice Rodríguez-Baño. «Estamos preparados para hacerle frente» , concluye Gasch Illescas.
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