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El malagueño Dani Rovira confirma en redes sociales que sus linfomas han desaparecido
El actor, al que se le diagnosticó un linfoma de Hodgkin el pasado marzo, se ha sometido a ocho sesiones de quimioterapia durante los últimos cuatro meses
Dani Rovira ha superado el cáncer: «¡Estoy curado!»
El actor malagueño Dani Rovira evoluciona favorablemente del linfoma de Hodgkin del que fue diagnosticado el pasado mes de marzo. Se trata de un subtipo de cáncer que afecta a un tipo de glóbulos blancos cruciales para el sistema inmunitario. «Los linfomas han desaparecido» , ha asegurado en una publicación a través de las redes sociales.
Rovira comenzó en marzo el tratamiento de quimioterapia . Un proceso de afrontaba -según reconoció- sin miedo y tranquilo, y aunque auguraba una «larga lucha contra el virus» también confirmaba el «buen pronóstico» de la enfermedad.
Después de someterse a ocho sesiones de tratamiento, el actor lo ha hecho público en su cuenta de Instagram. «¡Se acabó la QUIMIO! 8 sesiones y 4 meses entre pecho y espalda», ha señalado, al tiempo que desvelaba algunas de las secuelas que le ha dejado el proceso, como «pérdida de pelo, las venas de los brazos duras como bridas y cabeza de hipopótamo», ha bromeado, aludiendo a la máscara con la que aparece en la fotografía.
Esta misma semana el actor dará un nuevo paso, con el inicio de la radioterapia. En total se someterá a 18 sesiones , una cada día, ha apuntado. «Aunque los linfomas han desaparecido, los médicos lo han decidido así por cauterizar y precaución. A mediados de agosto este mal sueño habrá acabado y podré retomar de nuevo la normalidad si es que hay algo normal ya en este mundo», ha comentado, «me queda la última pantalla del videojuego» .
En la misma publicación, el malagueño aprovechaba para agradecer el apoyo de todos aquellos que tiene cerca por ser «quienes le están curando» , y ha animado a quienes continúan «en la lucha» contra el cáncer.
Igualmente y en alusión a los profesionales que le han tratado, ha asegurado que «tenemos unos médicos y un personal sanitario espectacular en este país. El resto es quererse y dejarse querer».«La vida me sonríe, pero siempre espero que me suelte carcajadas» , concluía.
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