Patrimonio
Un informe ve paralelismos entre la conversión de Santa Sofía y el debate sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba
Debates sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral, la gestión y el uso del edificio alimentan a quienes buscan revertir la situación del edificio y que, al igual que se ha logrado con Santa Sofía, acoja de nuevo el rezo musulmán
El islamismo está utilizando la conversión de Santa Sofía en mezquita para reactivar el discurso reivindicatorio sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba . Esta es una de las principales conclusiones del informe De Estambul a Córdoba: los símbolos del islamismo, publicado por el Instituto de Seguridad y Cultura y elaborado por Carlos Echeverría Jesús , profesor de Relaciones Internacionales de la UNED.
Hagia Sophia, símbolo del Imperio Bizantino , se erigió como Basílica cristiana a mediados del siglo VI, y fue convertida en mezquita tras la conquista de Bizancio en 1453. Las reformas de Mustafá Kemal Attatürk convirtieron el edificio en museo en 1934, estatus que ha mantenido hasta que el pasado viernes, 24 de julio, tuvo lugar el primer rezo musulmán en la Basílica con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, entre los asistentes.
La conversión de Santa Sofía en mezquita ha supuesto «un paso más en el marco del imparable, y en los últimos tiempos acelerado, proceso de islamización del Estado republicano y laico que heredó Erdogan en 2002», destaca Echeverría en su informe. Un proceso que ya avanzó el propio Erdogan en 1997 cuando dijo: «Los fieles son nuestros soldados; las mezquitas, nuestros cuarteles; sus cúpulas, nuestros cascos; y los minaretes, las bayonetas del Cielo».
Echeverría advierte en su informe del peligro de «ver puro nacionalismo en la actitud y, sobre todo, en las decisiones de Erdogan» y señala la necesidad de tener en cuenta «el evidente islamismo que mueve al líder turco ». Además de advertir la preocupación que supone las reacciones «tibias y comprensivas» al cambio de estatus de Hagia Sophia, el autor señala en su informe que «aún es más inquietante la conexión establecida por el propio Erdogan con sus aspiraciones globales en términos islamo-islamistas (…) y por la automática conexión entre este caso y el de la Mezquita-Catedral de Córdoba».
El informe señala que «el peligro de asimilar Santa Sofía y la Mezquita-Catedral de Córdoba está ya aquí y es necesario desarrollar la capacidad de atajar tan peligrosa deriva antes de que llegue aún más lejos». Al tiempo, Echeverría advierte que «en España hay quienes (…) se prestan inconscientemente a hacerles el juego a quienes tratan de transformar de forma dramática el estatuto de la Mezquita-Catedral», en alusión entre otros a « Sultán Bin Mohamed Al Qasimi , emir de Sharjah, uno de los siete que conforman los Emiratos Árabes Unidos», que ha declarado «la Mezquita de Córdoba [debe ser] para los musulmanes porque es propiedad de ellos y los cristianos no la merecen».
El informe señala que el cambio de estatus de Hagia Sophia, uno de los principales símbolos del pasado esplendor del Islam, esta vez en la figura del Imperio Otomano, va a producir una suerte de efecto llamada que, como ya se está viendo, revitalizará los discursos que reivindican la Mezquita-Catedral de Córdoba como edificio religioso musulmán.
El texto apunta que debates sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral, así como de la gestión y uso del edificio, alimentan a quienes buscan con fruición revertir la actual situación del edificio y que, al igual que se ha logrado con la basílica de Santa Sofía, acoja de nuevo el rezo musulmán .
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