Erdogan cambió de opinión sobre Santa Sofía una década después de visitar la Mezquita-Catedral de Córdoba

Su guía durante la visita al templo en 2010 asegura que el presidente turco le dijo entonces que Turquía «respetaba mucho más» que España la historia porque Santa Sofía era «un museo y no mezquita»

Recep Tayyip Erdogan en la visita que realizó a la Mezquita-Catedral de Córdoba en 2010/ La basílica museo de Santa Sofía en Estambul vuelve a ser mezquita EFE/ ATLAS

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El historiador cordobés Luis Recio Mateo recibió las noticias que llegaron desde Estambul sobre la reconversión de Santa Sofía en mezquita «con extrañeza». Él fue el encargado de guiar a Recep Tayyip Erdogan en la visita que realizó a la Mezquita-Catedral de Córdoba en 2010, cuando era primer ministro de Turquía.

«Me llama ahora la atención cómo ha cambiado de postura. Cuando durante la visita le expliqué la ambivalencia entre Santa Sofía y nuestra Catedral, de una manera airada y presumida me dijo: existe ambivalencia histórica, pero nosotros los turcos respetamos mucho más que ustedes la historia porque Santa Sofía hoy es museo y no mezquita y, sin embargo, ustedes no respetan nuestra tradición religiosa».

La visita del líder turco duró una hora y media y se mostró «como un hombre culto y educado» , recuerda Recio Mateo, guía habitual de las visitas ilustres que recibe Córdoba y autor del libro «La Mezquita-Catedral de Córdoba. Patrimonio de la Humanidad». El dirigente islamista mostró especial interés por la orientación del templo cordobés, que está hacia el Sur y no hacía la Meca. «No se lo creía. Tuve que demostrárselo con mi brújula y explicarle que fue el capricho de Abderramán I, el primer Omeya, quien al venir a Córdoba perseguido por sus enemigos Abásidas decidió construir su Mezquita como la de Damasco, hacia el Sur».

Una década después de ese viaje está en marcha la cuenta atrás para la primera gran oración de viernes en Santa Sofía , que se celebrará el día 24, y las autoridades ultiman los detalles para poder cubrir de manera temporal los frescos e iconos bizantinos de esta antigua catedral ya que el Islam no los permite.

Ante la oleada de críticas internacionales al decreto firmado por Erdogan para reconvertir el templo en mezquita, la primera de ellas de la Unesco, el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, recordó en la cadena RT que «la mezquita de Córdoba en España, construida como mezquita en el siglo VIII, fue convertida en iglesia en el siglo XIII. ¿Se usa como iglesia hoy día? Sí. ¿Está en la lista de Patrimonio de la Humanidad? Sí. Lo que importa es proteger (un monumento), no si se usa como mezquita o iglesia». Un discurso distinto al defendido hace una década en el viaje a tierras andaluzas.

Pulso entre cristianos y musulmanes

El movimiento de Erdogan revive el largo pulso entre cristianos y musulmanes y desempolva la larga lista de reconversiones de iglesias en mezquitas y viceversa. En esta relación, Córdoba figura a la cabeza y su situación es un tema que ponen con frecuencia sobre la mesa los musulmanes a la hora de recordar Al Andalus. El templo, cuya denominación oficial es Mezquita-Catedral, pero donde solo pueden rezar cristianos, forma parte de la lista de la Umesco y llegó a ser el principal centro de culto islámico en Occidente hasta la reconversión ordenada por Fernando III.

El presidente turco hizo alusión a Al Ándalus durante el discurso del pasado viernes en el que anunció la decisión sobre Santa Sofía, que calificó de «renacimiento» y por ello felicitó «de corazón a todas las ciudades que simbolizan esta civilización (islámica) , desde Bujará a Al Andalus».

Tapado de frescos e iconos la Unesco incluyó a Santa Sofía en su lista de Patrimonio de la Humanidad en 1985 y tras conocer el nuevo decreto advirtió a las autoridades turcas que «es necesario que todas las comunidades interesadas en el monumento participen en las decisiones sobre su destino para preservar el patrimonio y realzar su importancia».

Otro de los problemas a los que se enfrentan los turcos para mantener el estatus de Patrimonio de la Humanidad es la necesidad de quitar de la vista de los fieles los iconos y frescos bizantinos. Este tipo de alteraciones van en contra del criterio de la UNESCO y por ello los responsables trabajan en «soluciones temporales como toldos o láseres, juego de luces», según adelantó el portavoz del AKP, Omer Celik.

El dirigente del partido islamista quiso enviar un mensaje de tranquilidad a la comunidad internacional y subrayó que «estos iconos y frescos representan el valor universal de Santa Sofía y los vamos a conservar porque forman también parte de nuestra tradición».

«Liberación de Al Aqsa»

Además de Córdoba, otro de los nombres que salen a la luz tras la reconversión de Santa Sofía es el de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, tercer templo más sagrado del Islam. En la versión en árabe difundida del discurso triunfal de Erdogan, el texto rezaba que esta reconversión era el inicio de «una corriente que incluye la liberación de Al Aqsa», situada en el corazón de la Ciudad Vieja ocupada por Israel desde 1967.

Santa Sofía se levantó hace 1.500 años en la entonces Constantinopla para ser el icono del Imperio Bizantino y era sede del patriarca ortodoxo y lugar de coronaciones. Durante 900 años se mantuvo como templo cristiano hasta que el sultán Mehmed II capturó la ciudad en 1453 e hizo de esta basílica una mezquita. Se taparon los símbolos ortodoxos, se levantaron los minaretes y hasta 1935 fue templo musulmán. Ese año, Mustafá Kemal Ataturk, creador de la Turquía moderna, ordenó el final del culto y que pasara a ser un museo. Erdogan y su agenda islamizadora dan un nuevo giro a la historia y el día 24 volverán a abrir sus puertas para que los musulmanes puedan rezar allí las cinco oraciones diarias.

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