Coronavirus Córdoba
Un año de impacto Covid en Córdoba | Un 'tsunami' con muchas historias y víctimas económicas
Cáritas, autónomos, negocios de la Judería y vendedores de coches relatan como ha sido su año más difícil
Un año de impacto Covid en Córdoba | Castigo letal a una economía aún si vacuna

Desde la declaración del Estado de Alarma el 14 de marzo de 2020 por el Covid-19 ya nada volvió a ser igual . La incertidumbre a puerta cerrada para los trabajadores de la actividad no esencial crecía a medida que la crisis sanitaria se agudizaba. Los primeros en notar la bofetada del coronavirus estaban en el barrio de la Judería . El turismo asiático dejó de moverse por el Patio de los Naranjos, y desde enero no había ni rastro de ojos rasgados en la ciudad. No era un virus chino en el horizonte, la pandemia había alcanzado el núcleo del turismo, uno de los motores económicos de Córdoba. La presidenta de la asociación Judería , Laura Roda, que pretende ser un ave fénix del barrio, recuerda que en esos meses los alquileres había que seguir pagándolos pero no había público ni negocio a la vista . Lo que parecía que se podía capear en un mes, se convirtió en un año. De 200 negocios hoy sólo hay 30 abiertos. Un respiro en verano, pero el turismo seguía sin llegar. La movilidad era escasa y los coches sin vender -habían estado aparcados cuatro meses- y lo único que había que recargarles era la batería. La caída de ventas en todos los sectores acuciaba . Las parroquias se convirtieron en cocinas improvisadas , los voluntarios jóvenes sustituían a los mayores -personas de riesgo que quedaban en sus casas- y comenzaban a dar de comer a familias que hasta entonces no habían necesitado un plato en la mesa. Cáritas llegaba y sigue llegando donde nadie lo hacía . Más de 40.000 ayudas hasta que los primeros ertes se hacían efectivos o el salario mínimo vital llegaba como agua de mayo. El verano daba un respiro pero la esperanza tardó poco en desvanecerse.
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Segunda ola en septiembre : cierres perimetrales, fronteras cerradas y escasas posibilidades de viajar entre provincias . Y así hasta la tercera ola , de la que parece haberse podido remontar finalmente. Los autónomos han vivido una de las situaciones más difíciles de sus vidas, y han tenido que recibir alimentos de Cáritas, según cuenta Rafael Amor, su presidente. La situación vivida este año de pandemia, explicado por el director de Cáritas, Salvador Ruiz, es de «una guerra». Las ayudas se duplicaron en esos primeros meses de abril y mayo. Luego se estabilizaron y ahora que acaban las prestaciones se sitúan en el mismo pico máximo de la pandemia, unas 40.000 al mes. Ha pasado un año pero esto no ha acabado.

J. Rodríguez-Carretero (concesionarios y talleres)
El gerente de Atradeco , José Manuel Rodríguez-Carretero, recuerda que la pandemia en el sector de locomoción (concesionarios y talleres) provocó un parón absoluto y total del cien por cien de la facturación con el Estado de Alarma, que afectó sobre todo, al autónomo y a pequeñas o medianas empresas.
El que pudo articularse e ir con los Ertes hacia adelante pudo seguir , pero las ayudas no llegaban ni respondían al momento. En abril, la pequeña empresa fue a pulmón, reitera Rodríguez-Carretero (hay 800 talleres y 40 concesionarios) con cientos de empleos . Las reparaciones pudieron trabajar un poco más pero con la movilidad restringida, el trabajo del taller cayó en picado.
Cuando se abrió la movilidad , el taller recuperó y la ventas fueron algo mejor . Como dato desde Atradeco recuerda el extraordinario embudo en ITV. La pandemia ha dejado cifras inéditas en el sector. En 2020 cayó más de un 38 por ciento la venta de vehículos y un 25 por ciento la reparación . Como dato comparativo, en lo peor de la crisis de 2008 (que se reflejó en 2012) se perdió un 3 por ciento. Este año la reparación de los talleres sitúa las pérdidas en un 25 por ciento. La pequeña empresa, viviendo a pulmón, espera responsabilidad social y que las restricciones se eliminen.

Laura Roda (negocios de la Judería)
Un centenar de autónomos y empresarios de hostelería , hospedaje , artesanía, guías turísticos, de museos privados y del pequeño comercio se han unido por primera vez en la Judería para salir del pozo en el que les ha metido la pandemia. La presidenta de la nueva asociación , Laura Roda, recuerda cómo fue ese último día el 12 de marzo en el que unos guías turísticos que venían cada jueves a su establecimiento Doble de Cepa con 50 extrajeros se despedían hasta el año que viene. Semanas atrás ya habían notado la caída del turismo asiático. «Aquí no compartíamos memes de lo que ocurría en China».
Lo que vino después fue desolación en esta joya. Los locales de artesanía o souvenir alquilados cerraban en cascada . Los que eran en propiedad renegociaban hipotecas . El turismo desapareció repentinamente y arrastró todo lo demás. Desde ceramistas al hospedaje pasando por la hostelería. De 200 negocios apenas hay unos 30 abiertos . Momento duro, asegura Rodas, «son todos, cada mes». «Los fondos se van acabando y el colchón privado también sólo queda el endeudamiento», dice. Roda asegura que volverán a darle un giro al barrio para atraer al cliente local .

Rafael Amor, presidente de ATA-Andalucía
Rafael Amor, el presidente de ATA-Andalucía , arranca su relato recordando que 2020 ha sido «un año muy duro y muy difícil para los autónomos en general pero también para toda la ciudadanía, y muchos de ellos no están aquí». Amor recuerda cómo «de la noche a la mañana nos vimos confinados el 75 por ciento de los autónomos y el 25 por ciento trabajadores». Tras meses envueltos en geles hidroalcohólicos, los primeros rebrotes daban al traste con las esperanzas.
«Los autónomos en este tiempo han mostrado su solidaridad, hemos acatado los toques de queda y las restricciones . Hemos cometido errores pero hemos aprendido. En Córdoba hay unos 4.500 autónomos», explica Amor. En ATA han trabajado incluso fines de semana para dar respuesta a esas incertidumbre que se daban en los primeros meses. « Había dudas de todo tipo : de cese de actividad, de problemas con las mutuas o cuando entraban en marcha o si su actividad era esencial o no», recuerda. El email tuvo que sustituir al teléfono .
El año 2020 lo recordarán en ATA como «muy difícil y duro», pero para « 2021 vemos que hay una esperanza y una fecha de caducidad, y es en esta es la última etapa en la que tenemos que apoyar a los autónomos para llegar a la meta. Si no, muchos se van a quedar en el camino. Ahora en caja hay un problema de liquidez».

Salvador Ruiz, director de Cáritas Córdoba
Cáritas ha llegado a dar más de 1.500 menús diarios durante la pandemia en la provincia casa a casa. Lo cuenta el director de Cáritas en Córdoba , Salvador Ruiz, quien asegura que fue comparable a un estado de guerra . Con el Estado de Alarma los primeros que se quedaron sin comer fueron los que tenían empleos precarios y vivían al día, pero poco a poco iban cayendo los que nunca habían precisado ayuda.
Lo primero que cambió Cáritas fue que se suprimía la acogida presencial en las parroquias. « Había que llevar la comida a casa, teníamos que ver cómo hacíamos esa acogida sin perder la cercanía». El segundo reto era sustituir el voluntariado en las parroquias por gente joven . Llegaron 1.700 nuevos. Ruiz asegura que ya en el mes de abril se duplicó el número de atenciones. « Atendíamos a 7.300 hogares en toda la provincia , en el mes de enero y febrero, y en abril ya teníamos 13.000 hogares por atender por el confinamiento estricto y poco después 22.000 », cuenta Ruiz.
«Salimos al frente de situaciones muy precarias; había familias enteras sin ningún tipo de ingresos de un día para otro ». El aumento del gasto para Cáritas fue de un 70 por ciento. Elaboraban 1.500 menús diarios. Después del verano, comenzó a bajar, pero ahora estamos en el pico máximo de ayudas al acabarse las prestaciones.