Coronavirus Córdoba

Pediatras ante la vuelta al cole en Córdoba: reducir grupos, mascarillas y mentalizar sobre la higiene

ABC habla con varios especialistas que señalan que la mayoría de niños que se infectan «presentan síntomas leves»

Un grupo de niños en clase con su profesora ABC

D.Delgado

Con la vuelta al cole en unos días, los miedos y la incertidumbre de los progenitores se multiplica ante la pandemia de coronavirus. El «riesgo cero» no existe y son muchos los que se plantean aplazar el regreso a las aulas de sus vástagos ante el temor de que acaben contagiados.

ABC ha hablado con tres especialistas en Pediatría sobre el riesgo real del virus para los escolares y las recomendaciones para minimizar brotes que propaguen el virus.

Según explica Rafael González de Caldas , pediatra del Hospital Quironsalud Córdoba , «los niños desarrollan una forma más leve de enfermedad. La capacidad de contagio y prevalencia de la infección parece que sigue siendo baja. Hay que destacar que por el contrario el grupo de edad de 15-20 años es de los de mayor incidencia y mayor riesgo de contagio».

Generalmente los síntomas que presentan son leves y similares a los de cualquier infección respiratoria de causa vírica: fiebre, tos, mucosidad, malestar general. Hay formas atípicas y más graves «que son raras», explica este especialista.

Sobre el porcentaje de asintomáticos , el doctor González de Caldas afirma que «de momento no se conoce, pero sigue siendo baja la proporción en relación con adolescentes y adultos en los que sí es más alta está incidencia».

Rafael González de Caldas, pediatra del Hospital Quironsalud de Córdoba ABC

Para mantener a raya al Covid, este especialista destaca la importancia de una «adecuada concienciación por parte de padres y alumnos para mantener la distancia social, higiene de manos y vigilancia de síntomas respiratorios, así como el uso continuo de mascarilla el mayor tiempo posible y reducir todas las prácticas de riesgo como reuniones sociales».

Por su parte, Carmen de la Torre , especialista en urgencias de Pediatría del Hospital San Juan de Dios , explica que «en un inicio asumimos que los niños serían vectores de la enfermedad como sucede con las gripes, pero según han ido desvelando los estudios no parece que los niños contagien más ni menos que los adultos, y las vías de contagio son las mismas».

Esta especialista se posiciona a favor del uso de mascarillas «a partir de dos años . Desde esa edad, siempre y cuando el niño o la niña entiendan su uso, la manipulen adecuadamente y la toleren sería muy aconsejable»

Sobre las medidas a adoptar ante la vuelta a las aulas, De la Torre señala que varían «en función de la edad» . Los niños menores de tres años «serían los más difíciles porque no entienden la situación y tienen una necesidad importante de relación con otros niños y juego. En este caso la única opción es dividirlos dentro de la escuela infantil en lo que se ha denominado 'grupos burbuja' de forma que se puedan identificar los contactos rápidamente en caso de brote».

Carmen de la Torre, especialista en urgencias de Pediatría en San Juan de Dios V.M.

Esta pediatra explica que «es muy recomendable que lleven a la escuela sólo lo imprescindible . Deben llevar cada uno en su mochila o bolsa su ropa, pañales, platos, vaso, biberones...debidamente identificados. Desinfectar todos los objetos y la ropa a la vuelta a casa. Durante las horas en la escuela lavarles las manos con agua y jabón al menos cada dos horas. A partir de esta edad, con cuatro o cinco años, lo más recomendable sería enseñar a los niños una secuencia de limpieza e higiene al llegar a clase, al salir y entrar al recreo, al ir al baño, entrada y salida de comedor, de forma que se convierta en una especie de ritual de limpieza».

Francisco Pérez Fernández, responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría del Área de Salud Córdoba Sur ABC

Francisco Pérez Fernández , responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría del Área de Salud Córdoba Sur , aseguró que «las posibilidades de que un niño enfermo trasmita una infección a sus compañeros es mucho mayor de que lo haga una adulto responsable en su entorno de trabajo», no tanto por su capacidad como por las medidas de seguridad que no mantendrá. Los síntomas son leves y en Córdoba han sido pocos.

También es claro respecto al uso de mascarilla por los menores de seis años: «Personalmente pienso que si el niño tiene la madurez suficiente debe llevar mascarilla y al menos merece la pena intentarlo ya que es la medida más eficaz teniendo en cuenta que en la mayoría de los centros no se va a poder respetar las distancias de seguridad ni crear los grupos de convivencia estable. Los pediatras recomendamos que los niños mayores de 3 años que vienen a nuestra consulta vengan siempre con mascarilla».

Los consejos de estos especialistas están en la línea de las presentadas por la Asociación Española de Pediatría (AEP) , que ha actualizado la propuesta de recomendaciones generales que ya elaboró en el mes de mayo en relación a la «Apertura gradual de las áreas de educación infanto-juvenil».

Recomendaciones generales

—Guarderías y Escuelas infantiles (3-6 años).

Son las áreas, a priori, que suponen un mayor riesgo de cara a un posible contagio o transmisión del coronavirus debido a la dificultad que presenta cumplir con las medidas de distanciamiento físico debido al estrecho contacto entre profesor y alumno.

Las escuelas infantiles deberían limitar los grupos al menor número posible de menores por profesor y clase y que las actividades colectivas como patio, comedor o siesta sean independientes en cada grupo.

Los profesores de escuelas infantiles deben disponer del adecuado equipo de protección en el contacto directo con cada niño, en las actividades de juego, estimulación, alimentación, cambio de pañales, etcétera.

En el caso de los niños escolarizados entre 3 y 6 años, se deben seguir recomendaciones muy similares a las de las guarderías (número de alumnos, comedores, juegos en patios…) ya que el riesgo de contagio sigue siendo elevado.

En este periodo que incluye los dos años de educación preescolar no se recomienda el uso sistemático de mascarilla, ya que es difícil que se pueda cumplir la normativa, pero se extremará el distanciamiento físico en lo posible, la ventilación de los espacios y sobre todo las normas higiénicas como el lavado frecuente de manos.

—Educación Primaria (6-12 años)

Se recomienda flexibilizar el horario de entrada y salida a los colegios, reducir el tiempo presencial en la medida de lo posible, establecer, si fuese preciso, horarios por turnos y combinar períodos de actividad académica presencial con la no presencial.

En el caso de estos niños se podrá incrementar el número de alumnos por aula pero con mayor vigilancia de las medidas de distanciamiento físico, higiene y de vigilancia de casos y diagnóstico-aislamiento-cuarentena.

El uso de mascarilla en estos alumnos de primaria puede ser ya implementado con mayor seguridad, en periodos de mayor riesgo, tanto en el interior de las aulas (sobre todo si no se puede garantizar la distancia de seguridad) como en los entornos de uso común de la escuela. El uso de guantes sin embargo no está recomendado, ya que su uso continuo puede facilitar la transmisión.

—Educación Secundaria (12-16 años)

Se ha demostrado que el nivel de riesgo de contagio es más alto a pesar de que el alumnado es capaz de aprender y ser responsable de las mediadas de distanciamiento, higiene y protección. Las medidas de prevención deben seguirse de forma muy escrupulosa, dado que los adolescentes pueden ya ser más proclives a una enfermedad más parecida a la de los adultos.

La prevista mezcla de contenido presencial con contenido online debe organizarse de forma adecuada para no incidir en las inequidades actuales en relación al nivel socioeconómico, sobre todo considerando la ya existente brecha digital.

«En un país con el clima que tenemos en España, incrementar las clases y actividades, en parques y jardines; incluso salidas docentes a teatros, ayuntamientos, polideportivos etc., actualmente sin uso, es una iniciativa que debería de fomentarse de forma rutinaria mientras se mantenga la situación anómala causada por la epidemia», punta la presidente de la AEP.

Recomendaciones específicas

De acuerdo con las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que promueve una serie de consejos básicos como punto de partida para garantizar una escuela más saludable y minimizar las posibilidades de transmisión del SARS-CoV-2, en el documento de la AEP se detallan como recomendaciones específicas, entre otras, que:

—Los estudiantes, maestros y otro personal del centro, enfermos, no deben asistir a la escuela

—Las escuelas deben exigir el lavado regular de manos con agua y jabón, alcohol, desinfectante para manos o solución de cloro al entrar y salir del aula, antes y después de las comidas o de ir al baño y, como mínimo, desinfección diaria y limpieza de superficies escolares

—La ventilación frecuente de las aulas (abriendo las ventanas y puerta varias veces al día), así como la limpieza y desinfección de estas deberá realizarse todos los días

—El número de personas en cada aula deberá limitarse para poder garantizar este distanciamiento. Deberá fomentarse que el espacio entre pupitres/mesas o la disposición de los alumnos en la clase sea el adecuado para garantizar esta distancia.

—Deben establecerse criterios claros para no acudir al centro educativo. Estos criterios son válidos para los alumnos y todo el personal adulto, y se dividen en criterios clínicos (malestar, síntomas respiratorios, diarrea, fiebre, etc.), y criterios de laboratorio que evidencien una infección activa por SARS-CoV-2 (una prueba PCR positiva, o una serología con IgM positiva). Los niños que estén en cuarentena por haber entrado en contacto con un caso positivo tampoco deberán ir a la escuela mientras dure esta cuarentena.

—Los centros educativos deberán tener un plan de acción claro de cómo gestionar nuevos casos (incluyendo la posibilidad de aislamiento en diagnóstico y/o sospecha), y qué recomendaciones plantear para el seguimiento de contactos.

—Deberá establecerse un plan para escalonar el inicio y el final de la jornada escolar, para evitar las aglomeraciones incontroladas en el momento de entrar o salir al colegio. Los colegios deberán proponer planes escalonados de entrada y salida según grupos de edad.

—Se recomienda promover internamente a nivel del centro educativo la diseminación de información relacionada con la COVID-19 (situación de la enfermedad, medidas de prevención etc.) de forma transparente y proactiva.

—Por último, y en estrecha colaboración con los servicios sociales, será fundamental continuar dando apoyo a aquellas poblaciones más vulnerables que acuden a las escuelas, asegurando la continuidad de servicios críticos tales como el servicio de comedor, el apoyo especial a los niños con necesidades especiales, o el seguimiento y atención a los niños en riesgo de exclusión.

Por su parte, el Comité de Salud Medioambiental de la AEP ha editado dos importantes informes complementarios: «Flota en el Aire» donde aborda el problema del SARS-CoV-2 como un contaminante del aire interior y otro titulado «Claves para abrir más tranquilos la escuela con un enfoque de Salud Medioambiental» . Ambos documentos, centrados en el niño, están basados en el conocimiento científico actual del virus y de como se transmite, y proponen una serie de medidas enfocadas hacia un mayor contacto con la naturaleza, y un intento de mejorar la calidad del aire interior en los espacios interiores (aulas y autobuses).

Niños con patología crónica

No hay evidencia científica suficiente que asegure que los niños con patología crónica no pueden ir al colegio en la situación epidemiológica actual. Sin embargo, existen determinados casos, en situaciones especiales de gravedad, que si estarían exentos de acudir a la escuela.

En estos casos es el pediatra especialista quien cuenta con toda la información disponible y, por tanto, el responsable ultimo de esta decisión. «Este documento pretender ser una guía para profesionales, padres y pacientes en la toma de estas complejas decisiones, que tienen siempre un objetivo común: ofrecer lo mejor para el paciente», asegura la doctora Inmaculada Calvo, vicepresidente de Especialidades de la AEP y coordinadora del documento de «Recomendaciones para la reincorporación de niños crónicos a la escuela». Un documento elaborado por las Sociedades de Especialidad en Pediatría integradas en la AEP, y realizado a través de la consulta a un número de expertos de cada una de ellas con experiencia garantizada en cada patología.

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