El cogobierno municipal de PP y Ciudadanos pacta con Vox el marco fiscal para la Córdoba de 2022

El Partido Popular, Ciudadanos y Vox han firmado el acuerdo que permitirá aprobar en el Pleno de este jueves las ordenanzas fiscales del año 2020 con una reducción fiscal calificada de «masiva» por parte del alcalde de Córdoba, el popular José María Bellido. Sin embargo, el documento es algo más. Constituye un plan tributario -a grandes rasgos- que concede bajadas progresivas a lo largo de todo el mandato con objetivos concretos. Fundamentalmente, para dar respuesta a las exigencias de Vox en determinados tributos que se irán implantando de forma paulatina y en función de los resultados de la recaudación. Los partidos de centro, centro-derecha y derecha pusieron ayer una vela a Laffer , el economista que enunció el teorema que establece, cual mantra liberal, que una reducción de tributos implica un incremento de lo recaudado.

El acuerdo implica para este año una congelación efectiva del IBI de urbana , la bajada del 7 por ciento en el de rústica , un 2,5 por ciento en el sello del coche (con una bonificación muy pronunciada para los propietarios de ciclomotores), un 10 por ciento menos del Impuesto de Construcciones , un cinco por ciento para plusvalías «intervivos» y un 2,5 por ciento menos para las herencias . Además, establece bonificaciones más pronunciadas para los casos de familias numerosas que se salen de los topes patrimoniales establecidos por el gobierno municipal anterior.

El documento pospone hasta 2020 para la entrada gradual de otras medidas. Por ejemplo, antes de que finalice el mandato todos los inmuebles que se hereden tendrán una bonificación del 95 por ciento en plusvalías eliminado la actual redacción. El tributo limita ahora esa bonificación a la primera vivienda y siempre que el heredero (que ha de ser de primer grado) haya vivido dos años antes del deceso en el piso y la haya mantenido otros dos años más. En el futuro, dice el acuerdo, la bonificación entrará en juego de todos los inmuebles (sean primera vivienda o no) para cualquier tipo de parentesco o relación personal. Este acuerdo queda condicionado a la implementación de un sistema informático que realice un seguimiento de la recaudación. Además, se creará un sistema para que el tributo sea cero cuando no haya incremento de valor cumpliendo con las sentencias del Constitucional sobre la materia.

En última instancia, se posponen a su entrada gradual hasta 2022 dos medidas más. En primer lugar, alcanzar la media nacional del tributo de IBI de rústica (cifrada actualmente en el 0,62 por ciento) acabando con la cordobesa costumbre de que se pague la contribución agrícola más cara de España. El Impuesto de Construcciones irá desapareciendo paulatinamente de su gradación actual, el 3,46 por ciento del presupuesto de ejecución material, con una bajada paulatina del 1,14 por ciento hasta el año 2023.