Puente de Zambombas en Jerez

Jerez despliega todo su arsenal de zambombas para anunciar la Navidad

Guisos típicos, buenos vinos, polvorones y buñuelos, excusas para disfrutar de los villancicos flamencos

Jerez celebra un sinfín de zambombas durante estas fechas prenavideñas E. Carmona

Elena Carmona

Que uno ya esté afónico antes de que llegue la Navidad es algo muy habitual en Jerez. El solecito de la mañana, acompañado por un sinfín de zambombas durante las jornadas previas a la fiesta navideña, más el fresco de la campiña que llega cuando desaparece el sol, hace que sea necesario salir desde primera hora con bufandas, pañuelos y abrigos. Aunque estar acompañados por una buena copa de vino del marco de Jerez siempre hace más fácil permanecer tantas horas en la calle. Este es el panorama con el que se encuentra cualquier jerezano en la época de Adviento. Este puente de La Inmaculada se suceden una tras otra las zambombas en distintos puntos de la ciudad que hacen que Jerez se convierta en un hervidero de visitantes, curiosos y amantes de las fiestas navideñas.

Con los villancicos flamencos como excusa, las hermandades, asociaciones, colectivos, peñas y amigos se juntan al son de las zambombas y las panderetas y en torno a las candelas sacando esas ganas de Navidad por entre los adoquines del casco histórico jerezano.

Las zambombas tienen su origen en las convivencias que se organizaban en los patios de las casas de vecinos, donde se compartían viandas, vinos y cantes cuyas letras y ritmos formaban parte de la cultura popular. Y a ello hay que sumar el guiño al flamenco en sus compases . Jerez se convierte en la cuna de esos previos navideños que son seña de identidad de la tierra.

Los preparativos de las zambombas referentes de la ciudad, como pueden ser las de la Yedra, las Angustias o la de la Peña La Bulería, en el barrio de San Miguel , entre otras comienzan casi dos meses antes. Ya desde octubre los encargados de esta cita van cerrando las fechas y buscando a los grupos que animarán la fiesta para su contratación. Dependiendo del lugar donde se celebre, ya sea una bodega, en un bar o en medio de la calle, los preparativos necesitan de más o menos tiempo. Hay ocasiones en las que se deben instalar carpas y barras en medio de plazas o calles, que conllevan que vecinos como los del barrio de san Miguel, donde se congregan varias de las zambombas en los días previos a la Navidad, tengan que adaptarse a los cambios de tráfico.

Bien abrigados y con un par de copas de vino dulce , si el tiempo no acompaña, se hace más llevadero. Y tiene su incentivo con los guisos típicos de la zona como son la berza jerezana, la sopa de tomate o los fideos a la marinera. Y el que no quiera ‘cuchareo’ para entrar en calor cuenta con montaditos de pringá, de tortilla, de filetes de lomo… Manjares que en estas jornadas de Adviento hacen las delicias de mayores y pequeños. Porque las zambombas son una fiesta abierta a todo tipo de público: las familias, los visitantes, los autóctonos. Autobuses que llegan de todas partes de Andalucía y turistas que vienen a disfrutar de un puente y quieren saborear una auténtica zambomba jerezana.

Las zambombas se celebran alrededor de candelas hechas en bidones E. Carmona

En esos preparativos de la zambomba, sólo en comida se pueden gastar más de 2.000 euros , entre unos 80 kilos de filetes de lomo, 120 kilos de garbanzos y habichuelas, 10 kilos de fideos, 60 teleras de dos kilos de pan, llegando a las 9.000 unidades de montaditos, por ejemplo. También las bebidas son una de las mayores inversiones que realizan los que se encargan de montar una zambomba que pueden alcanzar un presupuesto de 4.000 euros. Un evento que permite a las hermandades, las peñas o colectivos tener un desahogo durante el resto del año para sus gastos.

La zambomba puede arrancar sobre la una del mediodía y estar activa, con comida, bebida y villancicos hasta entrada la madrugada. Pero es sobre las cinco de la tarde cuando empiezan a sonar las zambombas, las panderetas, las botellas de anís o las palmas y a sentirse ese ‘aje’ flamenco. Cuando ya se ha entrado en calor es cuando se suelen degustar los postres: polvorones, rosquillos, pestiños o buñuelos. Con letras como ‘Estando la Micaela’, ‘Calle de San Francisco’ o ‘Ven, ven, ven, en Nochebuena vente pa’ Jerez’ se anima el coro de aficionados y algún espontáneo que otro se arranca a cantar ‘Ande, ande, ande’.

Una fiesta navideña, gastronómica, popular, y que está declarada desde 2015 como Bien de Interés Cultural , al considerarse una de las expresiones culturales navideñas de mayor interés etnológico de la comunidad autónoma. Con dicha declaración se reconoce el valor turístico y cultural de la zambomba como una de las principales señas de identidad de Jerez y de toda Andalucía.

Los que quieran disfrutar cantando al Niño Jesús, probando la gastronomía jerezana y disfrutando de los caldos de Jerez tendrán hasta el 21 de diciembre para aprovechar esta oportunidad.

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