CÁDIZ
El CIE de Algeciras, uno de los tres que se mantienen abiertos en el país
Cinco centros han cerrado temporalmente durante el estado de alarma tras ser derivados sus internos a ONGs y recursos familiares; en el de Algeciras sólo quedan cuatro personas
El Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Algeciras (Cádiz) es uno de los tres que sigue abierto en España junto con los de Murcia y Valencia . Estas instalaciones albergaban este miércoles a 34 personas , una cifra irrisoria que tiene su explicación: el estado de alarma por la crisis sanitaria del Covid-19 y el parón en la llegada de inmigrantes a nuestras cosas.
Los CIEs son establecimientos públicos de carácter no penitenciario donde se retiene de manera cautelar y preventiva, y durante un periodo de tiempo que no puede exceder los 60 días, a extranjeros sometidos a expediente de expulsión del territorio nacional.
En el de Algeciras quedan cuatro internos ; en el de Murcia, 22, y en el de Valencia, ocho. El de Tarifa, los dos de Canarias y los de Madrid y Barcelona han sido desalojados y cerrados temporalmente.
El Gobierno, previa autorización judicial, ha ido desalojando progresivamente los CIES derivando a estas personas a ONGs o a recursos familiares que tienen en España a medida que iban cumpliendo los 60 días que marca la ley, según ha indicado a este diario la Subdelegación de Gobierno en la provincia. Y es que la pandemia por el coronavirus y el cierre de fronteras en Marruecos ha hecho que no puedan ser extraditados a su país de origen, procedimiento que se sigue con los inmigrantes irregulares procedentes del país alauita.
Sin embargo, muchas de estas personas no han llegado a cumplir este plazo y se les ha ido derivando a los citados recursos por cuestiones humanitarias , según confirma a este diario la Plataforma Pro Derechos Humanos Andalucía (PHDA). «Se trata de inmigrantes que llevan muy poco tiempo aquí, llegaron poco antes de que se decretase el estado de alarma porque la llegada de inmigrantes se ha parado en nuestro país , salvo en Canarias, y no tenemos constancia de que haya llegado nadie a nuestra zona. Estas salidas se producen tras la autorización judicial pertinente. Yo estuve la semana antes del estado de alarma y en el de Algeciras había sólo unas 15 personas», asegura Andrés de la Peña, delegado de PDHA en el Campo de Gibraltar.
El de Tarifa, con una capacidad para 40 personas, fue desalojado a los pocos días del estado de alarma y luego se ha ido haciendo lo mismo con el de Algeciras, en el que hasta el pasado martes sólo quedaban dos internos a los que se han sumado ahora dos inmigrantes con condenas pendientes procedentes del CIE de Valencia , según confirmó este jueves a este diario De la Peña, quien expresó su temor a que este CIE se convierta en receptor de inmigrantes con condena: «Nos tememos que los penados que no puedan salir los deriven a Algeciras. Habrá que estar pendientes».
En cuanto a los dos que quedaban hace unos días, que no tienen condenas pendientes, desde PDHA se asegura que no tienen a nadie «y no hay manera de reubicarlos. Se está buscando un recurso humanitario para poderlos ingresar durante un tiempo porque todos los internos del CIEs de Algeciras son solicitantes de asilo».
Desde esta organización humanitaria se insiste en que los CIEs deben ser cerrados de manera definitiva: «Volvemos a exigir el cierre de todos los CIEs, lugares donde se priva de libertad a personas que no han cometido ningún delito. En el caso de Algeciras, la situación es mucho más grave porque parte del edificio está declarado en ruina y tiene aluminosis. No reúne las condiciones mínimas», indica el delegado de PHDA en el Campo de Gibraltar.
«Los CIEs son cárceles racistas»
En similares términos se expresa Natalia García, secretaria general de PDHA en Andalucía: «Nuestro objetivo es cerrar todos los CIEs porque son cárceles racistas que no tienen sentido de existencia . Pero es que ahora, si el Estado lo que persigue con estos centros es la retención de estas personas para su expulsión y las fronteras están cerradas, no tiene sentido que haya seres humanos encerrados, y más en unas condiciones que lo único que hacen es facilitar el contagio y poner en peligro su salud y dignidad, más aún en el CIE de Algeciras, donde la situación es tercermundista por las malas condiciones de las instalaciones».
La organización rechaza además la construcción de un nuevo CIE en Algeciras , algo que está ya proyectado: «Para algunos el nuevo CIE es un hotel de cinco estrellas pero que no deja de ser un lugar en el que se priva de libertad a personas que no han cometido ningún delito», sentencia De la Peña.
Huelga de hambre
Muchas de las personas que el 14 de marzo, día en el que el Gobierno decretó el estado de alarma, seguían en los ocho CIEs de España iniciaron una huelga de hambre en protesta ante la ausencia de medidas de protección y prevención contra el coronavirus y las restricciones en el régimen de visitas. En algunos hubo incluso altercados, como en el de Valencia.
En el de Algeciras, tres de los cuatro internos que quedaban hace algo más de una semana también secundaron esta medida de protesta aunque la abandonaron poco después. La Oficina del Defensor del Pueblo emitió una resolución para liberar a quienes que permanecían en los CIEs y garantizar una acogida humanitaria a quienes no disponían de recursos familiares en nuestro país.
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