Ssemana Santa Cádiz

Recogimiento y silencio de Viernes Santo gaditano

A falta de la Soledad y el Sábado Santo, las cuatro hermandades de la jornada ponen la guinda en el pastel de una Semana Santa de altibajos, pero de mucha pasión en la calle

Cristo de la Buena Muerte Antonio Vázquez

Ana Mendoza/Rubén López

Solo queda la jornada del Sábado Santo, con la Soledad y el Santo Entierro, para cerrar una Semana Santa que tendrá en Jesús Resucitado el sentido de esta semana de pasión. Una semana de altibajos, con una gran jornada de Domingo de Ramos, un Lunes Santo de caos absoulto, un Martes Santo marcado por la lluvia de nuevo, y tres jornadas consecutivas en las que se ha recuperado todo el esplendor de las cofradías gaditanas.

La jornada del Viernes Santo nos dejó el recogimiento de hermandades como Descendimiento y Buena Muerte, contrapuestas a las hermandades de capa como Expiriación, y la sobriedad de Siete Palabras . De nuevo con el barrio de Santa María como punto álgido con dos cofradías, y la última vez que Expiración salga de ahí, pasando por San Lorenzo y San Agustín

Las 7 palabras de Cádiz

La primera hermandad en hacer Estación de Penitencia este Viernes Santo era la de Siete Palabras. Una de las cofradías más modestas de la Semana Santa gaditana pero que sigue recuperando el pulso del Viernes Santo. Presidiendo su Cristo de la Sed, la cofradía pone un centenar de penitentes en las calles que bajan a la Plaza de las Canastas.

Arraigada desde hace años en La Merced, la cofradía sigue luchando contra viento y marea para no faltar a su cita cofrade . No hay estrenos y el paso de miesterio sigue en fase de carpitenería, pero el gusto musical de la agrupación que llega de San Juan de Aznalfarache deja un grato sabor de la cofradía a su paso por Carrera Oficial, junto con un cuerpo de monaguillos con el que la hermandad refleja el cambio generacional.

Cristo de la Sed Antonio Vázquez

Momento en el que desde la hermandad se acuerdan de su eterno capataz, José Luis Pájaro. Los 50 años en la carga no pasan despercibido y éste último tiene el honor de hacer una levantá. "Es una de mis hermandades y esta levantá no es por mí, es por Paco Molina ", explica en mitad de la calle Nueva. Un homenaje al que también se suma Roberto Rodrigo, actual capataz, en el que en la salida de la cofradía la nieta de Molina, María, da esa primera levantá.

Última expiración en Santa María

Algo más arriba en mitad del barrio, Expiración se despide de Santa María. Será la última vez que la cofradía parta desde la iglesia donde reside Jesús Nazareno. Tras años esperando la remodelación de la parroquía Castrense, el año que viene ya será el del reencuentro para que la hermandad vinculada con la Guardia Civil vuelva a su templo en la plaza del Gran Teatro Falla.

Será para la cofradía un momento muy esperado, pero mientras llega, desde la hermandad se disfruta de volver a salir de la puerta de la capilla de Jesús Nazareno, donde han convidido en hermandad con la cofradía del Regidor Perpetuo de una manera muy especial.

Con el crucificado tumbado para salir por la puerta, el paso de misterio ya está en la calle. El Cristo de la Expiración fue ampliamente restaurado en 2019 , comprobándose que la cabeza se hizo por un autor diferente al del cuerpo y en una época posterior. Los faldones y el escudo frontal del paso han sido restaurados y se estrenan en este 2022.

Cristo de la Expiración Antonio Vázuqez

Desde Jaén llega el acompañamiento musical del Señor con la Agrupación Jesús Despojado de la ciudad jienense, y para el palio también desde la capital del Reino con la banda Nuetra Señora de la Amargura. Estas dos y la de Linares que toca a Jesús Despojado en el Domingo de Ramos, a Cádiz llegan tres acompañamientos musicales desde la provincia jienense.

María Santísima de la Victoria y su enorme palio de estilo malaguelo sobresalen a su salida de Santa María. Ocho maniguetas, cuatro delante y cuatro detrás, destacan en un palio diferente y que estrena la Flor de la Pasión donada por una familia de la cofradía. Ya de madrugada la hermandad volverá a Santa María por última vez antes de dejar en la Semana Santa de 2023 su paso por la plaza Fragela.

Juan Manzorro y su Cristo del Descendimiento

Sin duda, el nombre del día en la Iglesia de San Lorenzo es el de Juan Manzorro Burguillos. El enorme periodista tenía entre sus grandes pasiones a su Cristo del Descendimiento, de ahí que sea una jornada de muchos contrastes en la hermandad. Felicidad por volver pero pesar porque uno de sus grandes devotos no está físicamente, pero seguro que en cuerpo, alma y corazón desde cielo. La medalla del periodista recientemente fallecido preside el espectacular misterio junto a la reliquía de Santa Ángela de la Cruz.

Su eterna compañera, Mónica de Ramón, da esa primerá levanta en memoria de Manzorro. Una situación que la también periodista ha vivido en varias hermandades gaditanas esta Seman Santa , demostrando el enorme amor que las cofradías de Cádiz profesaban al mejor becario que ha parido Vejer de la Frontera.

Misterio del Descendimiento Antonio Vázquez

A la hora prevista sale el cortejo de penitentes negros y minutos más tarde el paso dirigido por David Alejo, capataz que emprende una laboriosa maniobra para salir de San Lorenzo. Es la segunda vez que la cofradía sale el Viernes Santo tras el cambio que emprendieron en 2019. Una modificación que parece ha sentado bien al nutrido cortejo de una hermandad sobria y de luto que parte de la calle Sagasta.

Silencio de horquillas desde San Agustín

Y del magnífico conjunto escultórico del Descendimiento, a la maravillosa talla de Jesús de la Buena Muerte. "Ha sido totalmente cierto que al crucificado lo estudiaran en su día en la Facultad de Medicina para analizar al detalle cuestiones de anatomía. Tiene un gran realismo y vigoridad esta talla", cuenta un par de horas antes de la salida Manuel Salguero, hermano mayor de la cofradía. "Nuestra cofradía ha estado ligada a los profesores de Medicina, no obstante actualmente ya no se estudia la talla por los avances tecnológicos que existen", añade.

Es un día especial, más allá de la salida, porque el portentoso cruficado es velado en San Agustín. "La noche antes bajamos al Cristo y lo tenemos en el altar después de destaparlo por la mañana y en unos minutos lo subimos al paso", apunta el máximo responsable de la cofradía.

Un ambiente sobrecogedor destaca en San Agustín, con un público que guarda respeto pero que en lugares cercanos y en las inmediaciones de la plaza de San Agustín no se apagan las luces, como es tradición. Si es así en el inicio de la Carrera Oficial donde todo aguarda en silencio y en oscuridad . Solo los cuatro hachones, las horquillas y Capilla musical Calvarium dan luz y sonido a Jesús de la Buena Muerte, que poco a poco nos recuerda que esta Semana Santa se acaba.

La Virgen del Mayor Dolor abandona San Agustín para regresar en unas cinco horas. La restauración de la corona y del puñal de la Virgen en el taller de Ramos Espinosa, en Sevilla, es sin duda uno de los grandes estrenos de una hermandad que sigue teniendo una enorme elegancia en las calles de Cádiz.

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