Magna Cádiz 2022

Y Cádiz estuvo una vez más en un enorme escaparate

Juan Carlos Jurado, presidente del Consejo de Hermandades e ideólogo de la Magna, no oculta su satisfacción: «En su momento pensé en una procesión con repercusión provincial, pero al final Cádiz se ha convertido en el epicentro de la religiosidad popular»

Ecce - Homo a su paso por Catedral NACHO FRADE
Rubén López

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Sobre las 2:30 de la madrugada domingo en tres barrios de Cádiz era complicado echarse a dormir. Santa María, La Viña y el Mentidero en la zona de la Plaza Fragela vivían aún los últimos momentos de una procesión Magna que fue una maratón de devoción, pasión, fe y sentimiento, que encontró a esas horas una meta nunca antes inimaginable.

A esas horas, el Nazareno, el Cristo de la Misericordia y el de la Expiración regresaban a sus templos en pleno casco antiguo, pero lejos de allí, en Salesianos, Jesús del Amor Despojado hacía lo propio poniendo el colofón final. Se cerraban así tres días espectaculares, que abarrotaron Cádiz, generando un impacto sobre la ciudad difícil de calcular y una demostración de que el cofrade gaditano no es una especie en extinción y que tiene mucho que darle a Andalucía.

Y es que la ciudad estuvo a la altura de un evento sin igual, una celebración única que deja a las claras la importancia de la Semana Santa y la enorme pasión cofrade que hay en la propia ciudad, y por supuesto en toda Andalucía. Porque sí por algo se caracterizó esta Magna, fue por la espectacular repercusión que tuvo más allá de los límites de Cortadura. Nadie, ni el propio Consejo de Hermandades, esperaba una procesión en la que fueran miles los visitantes que se acercaran a la ciudad, abarrotando el casco antiguo de Cádiz, ya no solo el propio sábado, si no en las vísperas con los diferentes traslados.

«Hemos superado todas las barreras»

La Magna de Cádiz, la primera fuera de la fecha habitual de Semana Santa, fue un enorme escaparate en la que los gaditanos disfrutaron de imágenes irrepetibles y otros tuvieron la oportunidad de conocer una imaginería y una manera de llevar un paso de misterio diferente al de otras localidades. En definitiva, una oportunidad única para poner a la ciudad en el foco cofrade de una comunidad autónoma, Andalucía, donde se respira Semana Santa en cada rincón.

Juan Carlos Jurado, presidente del Consejo de Hermandades, aún se frota los ojos al revivir todo lo que él mismo pudo comprobar in situ. «Estoy muy satisfecho y contento por lo vivido y la participación de todas las hermandades, sin ellas nada habría sido posible. Gracias también al esfuerzo humano de todos los miembros de la Permanente, sin ellos no se habría conseguido dar ese carácter y esa formalidad a la Magna».

Las primeras palabras de un presidente de la Permanente más que agradecido que no tiene reparos en reconocer que nunca imaginó una procesión así. «Se ha superado mis expectativas, no me esperaba esto de esta manera, hemos superado todas las barreras. Hemos hecho un gran trabajo de vender a la ciudad de Cádiz, las hermandades se han volcado y han demostrado la gran Semana Santa que tenemos. Cádiz se ha convertido en el epicentro de la religiosidad popular«, apunta.

«Pensé en una Magna como la del 2012, pero al final todo ha trascendido más allá de Andalucía»

Jurado ha sido el gran ideólogo de la Magna cuando tras la pasada Semana Santa mostró su intención a la Diócesis. «En un primer momento pensé en una Magna que tuviera una relevancia provincial, parecido a la de 2012, pero en esta ocasión todo ha trascendido a toda Andalucía e incluso fuera de nuestra región. Hemos tenido visitantes de muchos lugares de España y me consta que incluso se ha visto la retransmisión de la Magna fuera incluso de España«.

Una oportunidad para vender la ciudad. «A partir de esta Magna se ha podido comprobar la gran imaginería, los pasos, las bandas de música, en definitiva la gran Semana Santa de Cádiz. Se han visto imágenes increíbles y se han vivido momentos únicos para que se queden en la retina y no sé cuándo vamos a volver a vivir».

El presidente de la Permanente destaca el enorme trabajo que ha existido para que todo haya tenido un final feliz. «Han sido muchas las manos que han ayudado para que todo salga bien. Lo han hecho posible gracias al enorme trabajo de muchos estamentos que se han volcado, desde el Ayuntamiento, a la policía, Protección Civil, el Cabildo de la Catedral, el personal de las sillas y por supuesto las hermandades«.

Y la satisfacción ha llegado a lo personal, ya que han sido meses también complicados para el propio Juan Carlos Jurado, pero que finalmente ha podido disfrutar como la persona que más ha peleado porque este evento saliera adelante. «Ha sido una Magna por la que hemos luchado desde el primer día y ha sido una alegría inmensa disfrutarla en primera persona».

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