El día después de la abdicación de Juan Carlos I como Rey de España está siendo especial para todo el mundo. Y sobre todo, como no podía ser menos, para la infanta Leonor. La primogénita del futuro Felipe VI se ha despertado sabiendo que con tan solo ocho años se convertirá en la nueva Princesa de Asturias y pasará a ser la primera en la línea de sucesión a la Corona, lo que le hará ser la heredera al trono más joven de toda Europa. Una responsabilidad demasiado grande pero que, por su corta edad, seguro que no le ha hecho trastocar ni un ápice su rutina diaria.
De hecho, su primer día tras la abdicación de su abuelo está siendo como otro cualquiera. Se ha levantado y, tras desayunar, se ha puesto su polo blanco, su jersey azul y su falda gris de tablas para acudir, junto a su hermana Sofía, a sus clases del colegio Santa María de los Rosales, muy cercano a su casa, en la localidad madrileña de Aravaca. La infanta se ha sentado en su pupitre para asistir a las clases de Conocimiento del Medio, Science, Matemáticas… que compagina con las clases de chino mandarín e inglés. Como cualquier otro día, su rutina no se ha visto modificada y, además de practicar deporte, acudirá a sus clases de ballet y continuará con la formación que recibe para tomar la Primera Comunión.
La infanta disfrutará junto a sus amigos en el recreo, mientras en el Congreso se pone en marcha un real decreto, que deberá ser aprobado por las Cortes, para convertirla en la nueva princesa de Asturias, un título que desde finales del siglo XIX no ostentaba la heredera de un monarca. Sin embargo, no será hasta su mayoría de edad cuando jure el cargo, tal y como hizo su padre el 30 de enero de 1986. Aquel día, como tendrá que hacer ella, el próximo Felipe VI juró ante las Cortes Generales fidelidad al rey, asumiendo su papel institucional como sucesor a la Corona.
Una vida 'normal' para una niña de 8 años que se convertirá en la próxima heredera al trono y ostentará, junto al título de princesa de Asturias, el de princesa de Gerona, princesa de Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer. Aun así, la infanta Leonor continuará recibiendo el tratamiento de Alteza Real.
