Los ganadores de las primarias del PSdeG laminan a los perdedores

Los socialistas gallegos siguen con su guerra fría. En la prolongación de las hostilidades entre compañeros es en lo único que siempre han sido pioneros en el conjunto del socialismo español. Para no romper con esta tradición, en el proceso de elaboración de candidaturas continúan con la depuración tras la purga derivada de las elecciones primarias . Prácticamente no hay agrupación en la que los bandos no estén armados y no se multipliquen las filtraciones que evidencian los déficits democráticos de uno de los partidos más antiguos de España.

Particularmente llamativos son los casos de Orense y Santiago. La división en la agrupación orensana es especialmente visible y se reflejó en la lista para las municipales en la asamblea local del PSdeG. Con un censo de afiliados que supera los 500 militantes, sólo votaron poco más de un centenar. Pese a que algunos cargos provinciales intentaron convencer a los ganadores de la necesidad de «incluir» y huir de la «endogamia», Vázquez Barquero no olvidó, y la poca participación no pareció molestarle con tal de afianzar su posición orgánica. En la lista hay mucha renovación, pero también fidelidad probada al régimen gobernante en el Ayuntamiento. Se suman ahora un grupo de jóvenes conocidos como la «tercera vía» que gracias a un pacto tienen garantizada silla en el futuro consistorio.

La sensación de división también es clamorosa en Santiago . La deliberación para la confección de la lista terminó entre gritos y abucheos «que pudieron escucharse desde la calle», según reveló a ABC uno de los presentes. La mano de los hombres fuertes de la agrupación dibujó una lista con ausencia de pesos pesados y de espaldas a la ejecutiva local. La situación la recondujo Pilar Cancela, la administradora del aparato de O Pino. Formalmente, la lista fue respaldada por un 90 por ciento, pero no acudieron a votar más de 100 militantes de los 600 que tiene la agrupación santiaguesa.

En La Coruña, el trabajo de limpieza ya se hizo antes. Mar Barcón sacó sin problema una lista para intentar conseguir una digna representación en el ayuntamiento coruñés. No parece que las posibilidades de victoria, en el que fuera tradicional feudo socialista, sean reales a pesar de ser «urbanos, republicanos y formados». Lejos quedan los tiempos en los que Francisco Vázquez exhibía inversiones millonarias y presumía de una acción social inclusiva o en los que el exconcejal José Luis Méndez Romeu se recreaba diciendo que «los socialistas hemos reinventado la ciudad».

El desafío de las municipales se convierte en una prueba para un partido que quiere ser alternativa. Desde la distancia, José Ramón Gómez Besteiro observa lo que ocurre y como ocurrirá con el resto de líderes del partido guarda una explicación para dar con las claves del presumible mal resultado para el PSdeG.