«El PSOE no tiene ningún problema con sus expresidentes»
Los socialistas están dispuestos a estudiar la reforma que les plantee el PP
El PSOE recibió ayer con cautela las supuestas intenciones de reforma del papel de los expresidentes del Gobierno porque cree que es fruto de un «calentón» tras el desplante de José María Aznar renunciando a la Presidencia de honor del PP. «El PSOE no tiene ningún problema con sus expresidentes», aseguraron a ABC fuentes del Grupo Socialista, las cuales, sin embargo, se mostraron abiertas a «estudiar» la reforma que plantee el Gobierno; si es que llega a hacerlo, dudan otras fuentes.
Lo cierto es que también los hoy expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero mantuvieron roces entre sí cuando gobernaba el segundo (2004-2011) y, en los dos últimos años, ambos con Pedro Sánchez. De hecho, la caída del exsecretario general del PSOE empezó 48 horas antes del tumultuoso Comité Federal del 1 de octubre, con una entrevista de González en la SER donde desveló que Sánchez le había «engañado» durante un almuerzo en su domicilio, porque le dijo que el PSOE acabaría absteniéndose en la investidura de Mariano Rajoy y no cumplió.
La animadversión de Zapatero con Sánchez viene de mucho más atrás; al fin y al cabo, González apoyó al exlíder socialista hasta que se produjo la controvertida cita a solas en su casa el 28 de junio, dos días después de las elecciones del 26-J. Zapatero, por contra, se despegó de Sánchez prácticamente dos meses después de su elección, el 13 de julio de 2004, cuando éste empezó a coquetear con la idea de dar marcha atrás en la reforma del artículo 135 de la Constitución , que prioriza al pago de la deuda antes que otro gasto.
El segundo expresidente socialista, que había apadrinado el ascenso de Pedro Sánchez después de que Susana Díaz dijera no a liderar el partido, se sintió entonces traicionado por él y las relaciones ya no volvieron a ser las mismas. Apenas han coincidido en actos de partido juntos, y Ferraz tampoco se ha prodigado en actos con Zapatero, más allá de la obligada cuota de mítines de «ex» en campaña electoral. Es ahora, con motivo del X aniversario de la Ley de Dependencia cuando la gestora socialista está aprovechando para sacarle del ostracismo y reivindicar su legado.
González atacó a Zapatero
Claro que antes que Pedro Sánchez, Zapatero también sufrió los ataques de González cuando estaba todavía en la oposición e incluso tras llegar a La Moncloa. Como le ocurre a Rajoy con Aznar, González nunca se cortó a la hora de enjuiciar a su sucesor, del que dijo en su presencia, en mayo de 2002, durante la presentación de un libro: «Mi estado de ánimo me dice que se ha producido el relevo, que puede ser verdad que hay un segundo Suresnes, pero está todavía por demostrar que hay un nuevo proyecto con contenido e ideas».
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